Las subrogancias en la Justicia no deben ser definitivas

20 Abril 2024

Desde la Corte Suprema de Justicia hasta juzgados de las ciudades más chicas del país sufren las vacantes, que se han transformado en los últimos años en un dolor de cabeza. Tucumán no es ajena a esta particularidad y a pesar de que en los últimos meses se agilizó el proceso de cobertura desde la llegada al gobierno de Osvaldo Jaldo, todavía hay decenas de vacantes que no fueron cubiertas.

Tanto a nivel local como nacional, la solución que la política encontró para tratar de mantener el equilibrio y que no detone una crisis en la Justicia por la falta de jueces titulares fue la designación de subrogantes. Esto es elegir abogados y abogadas para los distintos cargos de manera temporal hasta que mediante los mecanismos existentes pudieran cubrirse las vacantes. A decir del jurista Andrés Gil Domínguez, “subrogar significa ‘sustituir o poner a alguien o algo en lugar de una persona o cosa’. Cuando en el Poder Judicial se produce una vacante transitoria o permanente de un cargo de juez, de forma excepcional, se debe designar a un juez subrogante que aunque provisorio debe ser independiente”. “Por ello -agrega-, el Estado debe garantizar un procedimiento basado en parámetros objetivos y razonables que permita preservar la garantía del juez natural y el derecho que titularizan las personas de ser oídas por un tribunal competente e imparcial. De lo contrario, los designados serán más vulnerables a las presiones de las autoridades que los designan y será menos probable que denuncien las conductas indebidas o los actos de corrupción que verifiquen”.  En ese sentido, en Tucumán por ejemplo tenemos el caso del Tribunal Oral Federal que funciona desde hace cinco años con dos jueces subrogantes, y la situación se agudiza actualmente tras la renuncia del único vocal titular que quedaba, Carlos Jiménez Montilla.

En 2020, en plena pandemia, el gobierno de Alberto Fernández presentó un proyecto de reforma judicial que entre otros temas, trataba el tema de las subrogancias “para buscar la máxima transparencia”. Para ello “la Cámara Nacional de Casación deberá elaborar una lista de jueces dispuestos a subrogar los nuevos juzgados, con excepción de quienes registren atrasos significativos o reiterados incumplimientos de plazos legales. El Consejo tendrá treinta días para elegir, con mayoría especial, a 23 candidatos, en base a sus antecedentes y especializaciones y respetando  la diversidad de género en la selección . La nómina pasará entonces al Ejecutivo, que los designará previo acuerdo del Senado. Las subrogancias sólo podrán durar un año, con un plus de un semestre”. El proyecto nunca se trató y la situación fue agravándose con el paso del tiempo.

En Tucumán, además de las vacantes en juzgados, tribunales y cámaras que ya existen, se suma el problema de la creación de nuevas para las cuales obviamente se deben designar titulares mediante el proceso de selección que lleva adelante el Consejo Asesor de la Magistratura, para luego dar intervención al Poder Ejecutivo y al Legislativo antes de poder confirmar un candidato. Quien gobierna tiene la potestad de enviar pliegos de subrogantes hasta tanto se elija  un titular. Pero como ya se dijo, esto no es lo más conveniente y termina siendo sólo un parche.

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