Quizás por nuestra manera de vivir en la Argentina, poniendo por delante la crisis económica, social y cultural, nos cuesta encontrar situaciones positivas en nuestro diario vivir. Incluso en el deporte, que siempre es una vidriera de lo que nos pasa, las alegrías muchas veces suelen ser efímeras y parciales, condicionadas por programaciones vertiginosas, carencias, necesidades, falta de organización e informalidad. Pero vale la pena detenerse en aquellos hechos que consiguen escaparase de ese contexto e invitan a pensar las cosas desde otro ángulo.
En las páginas deportivas de LA GACETA se están mostrando, a la par de la urgente actualidad, diversas situaciones que sirven para entender que hay maneras positivas de ver el presente y el futuro. Los ejemplos abundan y nos invitan a la reflexión. Por ejemplo, que se haya vuelto a jugar tenis de alto nivel en Tucumán, esta vez con un Challenger ATP en Lawn Tennis, no es algo que deba ser tomado como un hecho fortuito y aislado. Por detrás hay todo un plan que ya lleva años ejecutándose para traer a nuestra provincia competencias de calidad, que inspiran y movilizan incluso a otras disciplinas a pensar que también pueden lograrlo. En el pasado hubo torneos de damas, repartidos en distintos clubes, que generaron las presentes acciones. Esta sinergia es motivo de orgullo y nos prepara para nuevos desafíos.
El anuncio de la Municipalidad de Yerba Buena de una beca para deportistas destacados de la ciudad, una inversión para fortalecer su desarrollo y reconocerlos por su dedicación, esfuerzo y potencial, es otra situación plausible. Se busca con ello elevar el nivel competitivo y fomentar un espíritu de superación y bienestar entre los vecinos. Este tipo se apoyos tiene antecedentes destacados, como las ayudas que se brindan desde el Poder Ejecutivo o desde la Legislatura. Al mismo tiempo, bueno es decir que sería todavía más sólida la ayuda si el sector privado se comprometiera con más fuerza en iniciativas de este tipo.
Las historias de vida, con deportistas de por medio, también entran en el rango de lo positivo. Porque con ellas se nos abre un campo de conocimiento y de entendimiento. Destacamos, por caso, la publicación de los logros de María Inés Chrestia, médica de guardia en el hospital Padilla y médica generalista, que compite desde 2021 y ya está en la cima de su categoría a nivel mundial como campeona en trail running, una exigente variante atlética.
El árbol no debe taparnos el bosque de las realidades positivas que se viven en el deporte. Las que citamos son apenas tres de las numerosas situaciones que generan los tucumanos de forma cotidiana y que tienden a convertirse en una huella guía para ser transitada con frecuencia.
Todo esto bajo la premisa de que la actividad deportiva contribuye al desarrollo y a la paz. Al mismo tiempo, promueve la tolerancia y el respeto. También respalda el empoderamiento de las personas y las comunidades, y fija objetivos en materia de salud, educación e inclusión social. Como dijo Nelson Mandela: “el deporte tiene el poder de transformar el mundo, de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas. Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras”.