Recomendados: libros, autores y escritura

16 Junio 2024

La invención de los libros en el mundo antiguo

historia de una lucha contra la fragilidad humana

ENSAYO

EL INFINITO EN UN JUNCO

IRENE VALLEJO

(Siruela - Madrid)  

El infinito en un junco es el extenso ensayo de una filóloga y profesora española sobre la historia de los libros en el mundo antiguo con reflexiones sobre la actualidad. No es un recorrido nuevo si pensamos en Manguel, Chartier, Darnton, Zaid, etc.  Pero la mano de Vallejo imprime un sello particular al apasionante viaje localizado en su mayor parte en el Mediterráneo de la antigüedad. Un viaje que incluye referencias constantes a la actualidad, en diálogo con el cine y la literatura contemporánea. Para la escritora los libros “tienen la sutil capacidad de trazar un mapa de los afectos y las amistades”. El infinito … es una declaración de amor a los libros: “La humanidad desafió la soberanía absoluta de la destrucción al inventar la escritura y los libros. De alguna forma misteriosa y espontánea el amor por los libros forjó una cadena invisible de gente que, sin conocerse, ha salvado el tesoro de los mejores relatos, sueños y pensamientos a lo largo del tiempo”.

Viajamos de relato en relato por los campos de batalla de Alejandro, la Villa de los Papiros bajo el Vesubio, los palacios de Cleopatra, la Alejandría del crimen de Hipatia, etc. Nos asomamos a las librerías, espiamos a los copistas en sus talleres. Incluso escuchamos las intrigas de ese mundo del libro.

© LA GACETA

Carmen Perilli

Bibliotecas, librerías, lectores, escritores, talleres y ferias

literatura y crónica entretejidas con múltiples saberes y vivencias

MISCELÁNEA

EXTRAÑO OFICIO

MARÍA TERESA ANDRUETTO

(Random House - Buenos Aires)

Extraño este Extraño oficio a través del que su autora trama un “universo en las esquinas”, su mirada se detiene, reúne todos los lados posibles a la vez que gira movediza, nunca estática mientras el mundo representado se capta en textos breves, pero vastos, acogedores, dolorosos; desde sus ojos, su voz sabe “mirar hasta el límite de lo posible”. De eso se trata, de “tener vocación de mirar y escuchar, nos lo dice la escritora al ir relacionando e intercalando textos disímiles que le brindan otras disciplinas como la pintura, la música y el cine, hilvanados al espacio de la literatura. Estas son sus “escenas de lecturas / escrituras”, un entretejido de experiencias a las que engarza otros campos del arte; así, a través de un texto de Alice Munro ingresa al cine para remitirse a Julie Christi y a la paradoja de una madre con alzheimer que en su mundo de la desmemoria, no ha olvidado sus lecturas.

Andruetto nos entrega breves crónicas, relatos, testimonios a partir del viaje, de la voz de los otros; devela estados con equilibrio y singularidad. Revisita sus múltiples y variadas lecturas, amalgamándolas a sus textos: Flannery O’Connor se cruza con Liliana Heker de “La fiesta ajena”, va hacia el Borges de El hacedor, y así revisita los clásicos, entre otros y construye historias propias.

© LA GACETA

Liliana Massara

Experiencia lectora de una gran escritora

historia íntima de una inclinación por la poesía

TESTIMONIO

LIBROS CHIQUITOS

TAMARA KAMENSZAIN

(Ampersand - Buenos Aires)

Compartiendo su experiencia como lectora fervorosa de poesía logra transmitirnos y llegar al corazón de ese género “chiquito”, al que define como una “suspensión placentera del sentido que atrapa con su ritmo.” Y si elige ese adjetivo para el título de su libro es por una toma de posición en relación a un tipo de poesía que hacía de su autor un vate en favor de la poesía que desdeña la grandilocuencia. Desde César Vallejo hasta Mariano Blatt, pasando por las más actuales experiencias performáticas, y como una docente apasionada (herencia de su maestro, Enrique Pezzoni, el mejor de todos), nos enseña que leer poesía es lograr “pescar el murmullo de una voz fragmentaria.”

El descubrimiento, junto con su generación, del universo barthesiano en la década del 60; el trabajo como periodista cultural para el diario La Opinión en los 70, los años como bibliotecaria en la Sociedad Hebraica traficando libros en idish para su abuela; el estudio sistemático de la filosofía en la universidad de Buenos Aires; la crítica literaria rentada de la que recupera los reportajes que hizo a los escritores que marcaron su vida, sus lecturas y su escritura (que es como decir, lo mismo) los años del exilio mexicano ensayando el formato “taller literario” en el que aprendió a capturar el deseo del otro para ayudarlo a transformarlo en escritura. Todo un recorrido literario que se ve reflejado en los diferentes análisis que aborda a lo largo de este pequeño gran libro y que lo convierte en uno de los mejores textos de crítica literaria en mucho tiempo.

© LA GACETA

María Eugenia Villalonga

Una vida narrada a través de los libros leídos

inspirada espontaneidad y testimonio generoso de la experiencia

AUTOBIOGRAFÍA

AVELLANEDA PROFANA

LUIS GUSMÁN

(Colección Lectores - Buenos Aires)

Junto con Oscar Massota, Germán García y Leónidas Lamborghini, entre otros, Luis Gusmán configura una generación de escritores cuyas obras fueron censuradas por las dictaduras militares, caracterizadas por su índole rupturista y antiacadémica.

Novelista, cuentista y ensayista, autor -entre otras obras de merecido prestigio- del icónico El frasquito, que sigue siendo una suerte de libro de cabecera de una sensibilidad muy argentina, Luis Gusmán publica ahora Avellaneda profana, su autobiografía.

Se trata de una obra en la que se conjugan, entre sus muchos méritos, el de ser fiel a ciertas características y a un determinado tono muy propios de su concepción literaria: la difícil sencillez de su estilo -que excluye toda solemnidad vanamente erudita-, la inspirada espontaneidad, el testimonio lúcido y generoso de episodios personales y públicos significativos y el culto de la amistad.

Avellaneda profana está escrita a través de las lecturas que hizo el autor y de las letras de tango que desde chico escuchó, cualidades que otorgan al libro un carácter no sólo literario sino también oral, lo cual parece alineado con su oficio de psicoanalista, de “oidor”.

Resulta admirable el número de obras leídas por Gusmán, a las que hace referencia en su libro sin que esa cualidad connote ninguna suerte de “autobombo”: aparte de las muchas letras de tango, el catálogo incluye tanto clásicos universales como argentinos, desde Milton, Cervantes, Flaubert, Nabokov, Nietzche, Dostoievski, Camus, Grombrowicz, entre muchos otros escritores extranjeros, hasta Borges, Marechal, Bioy Casares, Arlt, Puig, Piglia.

© LA GACETA

Fernando Sánchez Sorondo

Una vida breve y fascinante

la historia del escritor Stephen Crane contada magistralmente por Paul Auster

BIOGRAFÍA

LA LLAMA INMORTAL DE STEPHEN CRANE

PAUL AUSTER

(Seix Barral - Buenos Aires)

En La Llama Inmortal de Stephen Crane, Paul Auster se explaya al máximo en una biografía de sorprendente generosidad y nobleza. Despojado de todo vedetismo y de todo alarde narcisista, Auster se coloca al costado del derrotero del originario de Newark (1871/1900) y deviene una especie de duende, de compañero de ruta, de amigo fraterno, de amanuense tierno y feroz capaz de reponer una vida breve y fascinante.

Hijo de un matrimonio metodista y de prematuras rebeldías direccionadas, Crane se aventuró en el periodismo, en la literatura y en la militancia social. Abrevó en todas las vertientes de una literatura perentoria, rabiosa, fue corresponsal de guerra, activista, trashumante. De sufrir la desdicha de la falta de pan y del desamparo de dormir donde lo agarrara la noche, de disfrutar de la amistad de Joseph Conrad hasta partir al otro lado de las cosas, devorado por una tuberculosis, a los 28 años en un lecho de Alemania…Por Crane, con Crane, a través de Crane, hermeneuta de Crane, Auster vuelve a salir a la palestra con un libro de incontables páginas que devoramos con la misma relajada y expeditiva fruición que un niño devora una torta de chocolate.

© LA GACETA

Walter Vargas

Anatomía de la escritura borgeana

rastreando las huellas del proceso creativo

CRÍTICA

EL MÉTODO BORGES

DANIEL BALDERSTON

(Ampersand - Buenos Aires)

Daniel Balderston ha dedicado sus días a la envidiable tarea de estudiar ciertos aspectos de la obra de Jorge Luis Borges; particularmente las características de los borradores o esbozos que Borges desarrollaba antes de la edición de sus trabajos. ¿Qué método seguía Borges para elegir las palabras justas en cada uno de sus textos? ¿Cuán profunda es la relación entre sus lecturas y su obra? ¿Hasta dónde llegaba ese deseo de continuar escribiendo variaciones aun de textos ya editados? Gracias al acceso a manuscritos y a borradores intervenidos por la mano misma de Borges, Balderston comparte documentación que sacia los deseos del fetichista ansioso por comparar la caligrafía del genio en las diversas etapas de su vida, así como el interés del curioso que descubre la historia detrás de la elección de un término o del título de un ensayo.

El Método Borges no es un ejercicio carente de metodología. Hay un marco teórico académico (“la crítica genética”) que Balderston conoce a la perfección.

© LA GACETA

Martín Mazzucco Cánepa

Comentarios