ChatGPT para las tareas escolares: ¿un aliado o un enemigo?

Cada vez más chicos y adolescentes acuden a la inteligencia artificial para resolver guías o escribir trabajos especiales. Esto abre una serie de interrogantes y obliga a repensar la forma en se enseña en las aulas. Consejos.

GRATUITO Y FÁCIL DE USAR. Muchos alumnos utilizan a diario la inteligencia artificial para resolver las distintas tareas que les dan los docentes. GRATUITO Y FÁCIL DE USAR. Muchos alumnos utilizan a diario la inteligencia artificial para resolver las distintas tareas que les dan los docentes.

Hacés la pregunta y, en cuestión de segundos, aparece la respuesta personalizada. No es necesario dar vueltas, como en Google, ni procesar la información. El ChatGPT es una herramienta de Inteligencia Artificial (IA) que vino a resolver muchas cosas de la vida cotidiana. Pero también ha encendido las alarmas entre los docentes. Saben que es algo útil y necesario, y sin embargo están preocupados. Se preguntan si podría tener un impacto negativo en el aprendizaje.

“Mi hijo resuelve las guías con ChatGPT, le pide ideas para la feria de ciencias e incluso el otro día le sirvió para redactar una nota que le había pedido la maestra”, confesó la mamá de un adolescente de 12 años. Hasta los estudiantes en la universidad reconocen que hacen sus trabajos con este chat generado por un robot, capaz de responder todo tipo de preguntas y hasta de redactar textos en forma de ensayo.

Fascinación e inquietud

El uso del chatbot más famoso genera tanta fascinación como inquietud. Una encuesta realizada el año pasado, mostró que en Buenos Aires, por ejemplo, el 67,4% de los maestros dicen conocer ChatGPT, aunque solo el 22% la usa en su tarea pedagógica. Además, 9 de cada 10 educadores admite estar en condiciones de detectar si los alumnos usan esta herramienta en sus tareas, de acuerdo al sondeo que hizo el Ministerio de Educación porteño.

El profesor Antonio Antunez, de la Asociación Provincial de Educadores Tucumanos (As.P.E.T), sostiene que ChatGPT tiene muchas potencialidades. Pero está convencido de que debe ser un complemento a la investigación del alumno, un asistente al aprendizaje.

“Está bien usarlo. Además, en pleno auge digital, no se puede dar la espalda a lo que a los jóvenes y niños les encanta. Por supuesto, esto tiene que ser con la asistencia necesaria del docente y sin olvidar que la elaboración propia y la lectura son los pilares del proceso cognitivo”, remarca el docente, quien les da tareas a sus alumnos para que utilicen Meta AI, la asistente de inteligencia artificial en WhatsApp.

La pedagoga Noelia Mercado se suma al debate que genera el ChatGPT y que en EE.UU. llevó a muchas escuelas a prohibir su uso en exámenes, tareas y trabajos prácticos.

“Creo que en esta discusión se reedita la vieja tensión entre la educación y la tecnología. Lo que debemos debatir es cuál es el lugar de la IA en la educación, en vez de preguntarnos si le permitimos o no entrar: ya está adentro, nos guste o no”, apunta.

“La cuestión no está en reemplazar el rol docente ni el de estudiante. Se trata de potenciar ambas tareas, de complementarlas, de suplir las falencias, de aumentar la velocidad del procesamiento de datos. Se trata de aprender (y aprender a enseñar) a pensar, a preguntar, a analizar, a seleccionar y a ser crítico con la fuente. Todo esto con la ayuda de una tecnología que llegó para quedarse”, plantea la profesional, que está realizando un posgrado en tecnologías asistivas.

Y luego habla de la brecha digital: “el hecho de que la IA haya invadido muchas de las actividades cotidianas del planeta, no quiere decir que todos y todas tengan real acceso. Contar con el dispositivo tecnológico más una buena conexión de internet, y encima saber usarla, es menos común de lo que pensamos. Y ni hablar de las instituciones educativas, donde el tema del entorno se complejiza con el problema de la formación docente”.

Responsabilidad

Usarla con responsabilidad y sabiendo que tiene limitaciones es la clave, según el ingeniero Gustavo Juárez, docente de Ciencias Exactas. Porque ChatGPT puede ofrecer respuestas incorrectas e incluso incoherencias, que se conocen como “alucinaciones”, aclara.

Martín Romero, profesor de tecnología, agrega otro aspecto negativo: “les da todo servido en bandeja a los chicos. Al organizar todo en un escrito, eso va en contra de los procesos profundos de aprendizaje”. El suele sugerirles a sus alumnos cómo usar ChatGPT. Dice que hay que poner énfasis en las preguntas. Para investigar sobre un tema se le puede consultar que nos diga autores relacionados o que nombre aspectos importantes sobre la temática.

¿Cómo me doy cuenta si un alumno usó ChatGPT sin ningún tipo intervención propia? “Porque conozco a mis alumnos y se cuando una tarea está demasiado bien hecha para lo que ese estudiante suele hacer”, remarca. Además, aclara que cuando las producciones de IA no tienen el esfuerzo de la persona son mediocres.

“Y hay una cuestión que involucra al docente hoy cuando da una tarea. Tenemos que pensar en cuestiones que no siempre pueda resolver la IA, que desafíen otras capacidades de los estudiantes”, propone.

Impactos

Los motivos por los cuales los docentes creen que ChatGPT impacta positivamente en las aulas son que les permite ampliar sus conocimientos, acortar los tiempos de trabajo y les brinda herramientas para generar prácticas innovadoras, de acuerdo a la encuesta que se hizo en Buenos Aires.

El impacto negativo, según evaluaron, es que no propicia el desarrollo de determinadas habilidades como el pensamiento crítico y que no incentiva el esfuerzo.

La psicopedagoga Natalia Jiménez Terán, especialista en Neurociencias, cree que no debemos pensar que la IA puede afectar el desarrollo de habilidades de los alumnos. “Las personas, desde que nacemos, nunca dejamos de aprender. Entonces, hay que enseñar a usarla correctamente a esta herramienta. Nos puede brindar datos, organizar la información y poner todo esto a nuestra disposición para que analicemos, critiquemos y evaluemos. La cuestión está ahí: en no dejar que la IA haga todo sola”, remarca.

En ese caso, según la experta, la tecnología nos pone a prueba y aprendemos a desarrollar otras habilidades, nuevos procesos cognitivos necesarios en este mundo actual. “Es un desafío para la educación, y debemos utilizar la IA a nuestro favor, aprovechar toda la información que nos puede dar y ordenarla, evaluarla y ver cómo la usamos. No se la puede desconocer o prohibir”, resume.

Hasta el propio ChatGPT reconoce su potencial, y también sus limitaciones. Si le preguntamos cuál es su papel para los deberes del aula, esta es su respuesta: “usar ChatGPT puede ser útil para las tareas escolares. Puede ayudarte a entender conceptos difíciles, responder preguntas, encontrar información, generar ideas y revisar tus escritos. Sin embargo, es importante utilizarlo como una herramienta de apoyo y no depender completamente de él. También es crucial asegurarte de verificar la información y entender los conceptos por tí mismo”.

Ahorran tiempo y esfuerzo

“Te hace los deberes en minutos”, confiesan los chicos, maravillados con ChatGPT, el robot de Inteligencia Artificial (IA) que les ahorra tiempo y esfuerzo. Le piden de todo: resolver las preguntas de una guía, escribir 200 palabras sobre un tema y que resuma un libro, entre otras cosas.

Según el sitio SimilarWeb, ChatGPT reúne entre los grupos de edades 18-21 y 25-34 más del 50% de los usuarios totales. De acuerdo con un estudio de Turnitin, empresa con una herramienta para detectar trabajos hechos con IA o plagios, tan solo en Estados Unidos se han identificado más de 22 millones de ensayos de estudiantes de secundaria a universidad en los que se ha utilizado esta tecnología. En Nueva York la preocupación ha llevado a las autoridades del Departamento de Educación a prohibir el uso del popular ChatGPT en los dispositivos y redes de las escuelas. “La tecnología puede ser una herramienta educativa de gran valor, pero también, un instrumento indetectable con el que falsificar resultados escolares”, señalaron a comienzos del año pasado.

Detector de textos escritos con la IA

Los padres y educadores también cuentan con una herramienta con la que pueden identificar el uso de Inteligencia Artificial (IA) en tareas escolares. Se llama GPTZero y con esto es posible detectar si un texto ha sido generado por modelos de lenguaje como ChatGPT.

De acuerdo con la información proporcionada en su sitio web, GPTZero es capaz de identificar correctamente textos escritos por humanos en un 99% de los casos y detectar contenido generado por IA con una precisión del 85%.

Algunos chatbots están diseñados específicamente para imitar el estilo de escritura humano y superar las pruebas de detección. Por eso, hay que tener en cuenta: los textos de ChatGPT suelen ser demasiado formales o utilizar frases y estructuras gramaticales similares en todas sus respuestas. Esto puede indicar que el texto fue generado automáticamente.

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