

El año electoral para el Partido Justicialista (PJ) provincial promete una partida compleja para la dirigencia. El gobernador Osvaldo Jaldo, que está a la cabeza de la mesa del peronismo oficialista, analiza los posibles escenarios y sus eventuales protagonistas. Desde hace meses, mastica alternativas más y menos tradicionales para jugar en la contienda que definirá cuatro diputados nacionales por Tucumán.
Los dos dilemas de base que afronta Jaldo son derivaciones de su vínculo cercano con el Gobierno nacional. El primero es que el tranqueño acompaña la gestión de Javier Milei, pero deberá confrontar a sus candidatos locales en las urnas. Se plantea aquí un condicionante enorme. El segundo es que, por su postura, quedó en una vereda distinta a la del PJ nacional, la principal fuerza opositora, que preside Cristina Fernández de Kirchner (CFK). Sobre este último punto ahondaremos en este artículo.
La dificultad adicional de todas las fuerzas para comenzar a planificar es que los bamboleos de la política nacional -determinantes para este proceso- generaron novedades varias veces en estos 19 días que lleva enero. La celebración o no de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) se trataría pronto en el Congreso y es un paso fundamental para lo que sigue.
El proyecto original de la Casa Rosada plantea la eliminación del sistema. Los números de votos para esa determinación podrían no alcanzar y se mencionan otras opciones más atemperadas como la suspensión o que pierdan el carácter de obligatorias.
¿En qué afectaría al justicialismo tucumano -y por ende a Jaldo- la definición? El armado de la lista de candidatos a diputado es la médula. Jaldo, como conductor natural, quiere usar la potestad de elegir a los postulantes. Las dos bancas que pone en juego el peronismo, además, están en manos de miembros de su bloque Independencia (Elia Fernández y Agustín Fernández).
La cercanía de Jaldo con el mileísmo es un asunto que genera incomodidad y rechazo en parte de la dirigencia que está fuera de la Casa de Gobierno. Referentes como la senadora Sandra Mendoza, los diputados Pablo Yedlin y Carlos Cisneros y algunos legisladores provinciales, como José Orellana, marcaron sus diferencias públicamente al respecto.
Hay líneas internas no jaldistas que consideran que tienen que tener lugar de representación en la nómina justicialista que arme Jaldo. Saben que es altamente probable que eso no suceda. El mandatario, de hecho, viene repitiendo desde hace meses que todos los que quieran participar pueden presentarse en las internas.
En el entorno de Jaldo ironizan respecto de que estaría brindando las misma posibilidades que Juan Manzur le dio a él en 2021, cuando quiso participar del armado. Jaldo, que era vice, pretendía un lugar para que la diputada Gladys Medina pudiera renovar su escaño. Como la relación con el entonces gobernador estaba enturbiada por la falta de definición de la sucesión, compitieron y la interna fue feroz. Las secuelas, inclusive, persisten.
En una extensa entrevista exclusiva con Verano Play, el magazine de LA GACETA PLAY, el gobernador aseguró que no hablaba ni con Manzur ni con Cristina, pero que podían existir interlocutores para, cuanto menos, conversar. Fue la primera vez que aludió a esta chance públicamente.
Jaldo fue más allá. Mencionó específicamente a su vice, Miguel Acevedo, como mediador. El ex ministro del Interior llegó al cargo en vez de Manzur, que era el candidato original y que tuvo que desistir luego de que en la Justicia se pusiera bajo la lupa su intento por candidatearse en la fórmula invertida. No es un secreto que el titular de la Cámara habla con el senador. Quienes conocen bien a Jaldo interpretaron que, con una de sus habituales jaldeadas, pareció recordarle a su segundo que sabe que mantiene esa cercanía. En el no jaldismo interpretaron que durante sus vacaciones “le cayó la ficha” de que tendrá que acordar con el peronismo nacional.
Se haya tratado de una indirecta o de expresión de deseo real, en el Legislativo no están seguros de que a Acevedo, un hombre de perfil bajo, le agrade demasiado ser carne de cañón entre ambos personajes.
Jaldo tiene varias cartas a mano, que mira con mucha atención para lo que viene.
1-Internas y plan B. En varias provincias, las PASO podían funcionar como ordenadoras y, a la vez, como promotoras de diferencias dentro del PJ. Todos miran a Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, porque allí se libra la batalla entre el cristinismo y el kicillofismo. El PJ podría acompañar en el Congreso la suspensión de la instancia y apostar al eventual desdoblamiento de las elecciones en esa jurisdicción (implica que los miembros del Congreso se votarán en la fecha prevista y que las autoridades bonaerenses, en otra).
Jaldo no estaría de acuerdo con la eliminación de las PASO, porque podían resolverle la cuestión interna si es que no se llega a un acuerdo. De todas maneras, tiene un plan B.
El contador vería con cariño y como herramienta para suplir las PASO un llamado a internas partidarias. Si esto se da, sería un embrollo. En el jaldismo afirman que tienen los números en el Congreso y el Consejo para poder llevarlas adelante. Pero hay un detalle: Manzur es el presidente del partido en lo formal y el que debería efectuar técnicamente esa convocatoria. Los disidentes de Jaldo, que es vice del movimiento, aseguran que le daría la excusa perfecta a Manzur y a CFK para la intervención. Es un fantasma que ya sobrevoló cuando Jaldo quebró el bloque de Unión por la Patria para formar el propio. Jaldo sabe que tiene que moverse con cuidado en un año en el que el peronismo del país no está en su mejor momento pero, a la vez, tiene que asegurarse sus propios diputados.
¿Puede haber un acuerdo? De poder, puede. Pero es complejo. “Jaldo le tendría que dar el segundo a Manzur o a Cristina, quizás para un manzurista que no genere rechazo. Eso le puede servir para pensar en un 2027 en paz, quizás en una reelección”, opinó un referente de fuste de la Cámara. Otro dirigente, de un acople poderoso, considera que no sería tan sencillo armar una misma propuesta con nombres que puedan apoyar a Milei y otros, que lo cuestionen. “No entregaremos el peronismo de Tucumán a Cristina, de ninguna manera. Manzur es ella”, renegó un crítico del kirchnerismo.
¿Puede haber un eventual plan C? La viabilidad de salir por fuera del partido sólo se menciona en voz baja y a regañadientes. Pero está, en el caso de que se produzca algún cataclismo interno.
2-Candidatura: el tranqueño sabe que es altamente probable que los comicios nacionales se polaricen entre la Libertad Avanza y el PJ y que eso repercuta en todo el país. La dirigencia local del oficialismo y la oposición considera, en general, que Jaldo obtendría un buen resultado y podría retener los dos representantes en la Cámara Baja. Pero también está la perspectiva de que los candidatos de Milei en Tucumán tengan un rendimiento más que aceptable.
¿Alcanzará con “salvar la ropa” cuando la gestión que se audita durante las primeras elecciones importantes de la gestión es la propia? Y esta sí es una inquietud para el mandatario. Jaldo es el dirigente tucumano que, por lejos, mejor mide en las encuestas de imagen. Tiene, además, centralidad en la escena por la gestión y porque genera hechos políticos de manera permanente. Al optar por un Gabinete de técnicos, cuenta con pocas figuras de proyección en su equipo. Jaldo quiere ganar de manera contundente. Desde el año pasado que analiza formar parte de la lista de candidatos. Hay apellidos importantes del oficialismo que dan por hecho de que será suplente y de que se pondrá la campaña al hombro. “Si tengo que poner mi nombre para ganar, lo pongo”, lo escucharon decir a Jaldo varios de ellos.
¿Podría haber postulantes testimoniales? En distintas líneas del peronismo coinciden en mencionar dos nombres como buenas opciones: Acevedo y Rossana Chahla. Cercanos a ambos afirman que no estarían interesados en esa modalidad. Hay quienes se entusiasman con Acevedo como una prenda de unidad y con Chahla porque es la figura más fresca y mide bien. A los entusiastas, más cercanos a las ideas de Manzur, les gustaría conciliar candidatos que gusten al jaldismo, que conformen a los disidentes y que eviten una puja.
3-Provincialización: la campaña tendrá como eje discursivo el plantear la necesidad de que los diputados electos “defiendan” Tucumán y velen por los intereses de la provincia. Jaldo entiende que eso es lo que hacen sus representantes, al avalar leyes que pide la Rosada y que repercuten en la provincia. Afirma que el mantener la buena relación con el mileísmo redundó en beneficios que se concretarían este año. Apunta específicamente a las obras públicas y a recursos financieros.
En paralelo, el mandatario viene manifestando en su entorno que el PJ local formará un frente este año, pero que será provincial y no una réplica de lo que haga el movimiento en el plano federal. No estaría dispuesto a seguir las directivas del kirchnerismo ni de ramificaciones para el armado de la propuesta para los votantes. Aún no hay pistas sobre qué lineamientos bajará CFK a los “pejotas” provinciales al respecto, pero se descarta que habrá un armado nacional ¿Cómo se instrumentará un frente local sin aprobación de CFK? Es otro de los entuertos que podría darse en el partido durante este año.
El factor “Manzur”
El senador es un protagonista latente de este año, porque se mantiene ausente y en silencio públicamente respecto de la política local. Desde la interna en adelante, Manzur es la piedra en el zapato de Jaldo. En este capítulo, por su puesto en el partido y por la cercanía con CFK.
Quienes antes trabajaban cerca del médico afirman que el manzurismo está diluido y que prácticamente no existe. Aseguran que los dirigentes que se plantan a Jaldo lo hacen por criterio propio y por oposición a Milei y no porque estén enfilados tras el senador. En el jaldismo aseguran que Manzur teje contra jaldo y que, a la larga, eso se notará.
En las últimas horas, se especuló sobre la inclusión de Hugo Cabral, un referente del kirchnerismo, en el Ejecutivo. Jaldo lo puso al frente del Instituto de la Vivienda en la última tanda de cambios que implementó en el Gabinete ¿Fue una señal de acercamiento hacia Manzur? Varias fuentes mencionan que no. Cabral tiene sobrada experiencia en materia de políticas habitacionales. El arquitecto fue funcionario nacional en distintas áreas vinculadas con viviendas durante el último Gobierno justicialista y es un miembro de carrera del organismo. Antes de que asumiera Jaldo había sonado en reemplazo de Nora Belloni, a quien finalmente suplantó.
En las últimas horas se dio un hecho que pasó inadvertido y que podría dar cuenta de que no habría tales señales. Presentó su renuncia el representante de la Casa de Tucumán en Buenos Aires, Sisto Terán. Habría aducido problemas personales, pero en el justicialismo sospechan de que es por su cercanía con José Orellana y Mendoza, hoy enfrentado abiertamente con Jaldo.
Las energías de Manzur, afirman los pocos que hablan con él, están en otro lado por estos días. El peronismo estaría a un voto de poner el presidente subrogante en el Senado, el tercero en la línea sucesoria ¿Podría ser Manzur? Estaría operando desde las playas de Pinamar para ello. Hay otros que estarían interesados también y la palabra final, de concretarse, sería la de CFK.
En runrún dentro del bloque indica que la vice Victoria Villarruel, supuestamente cansada de los desplantes de la Rosada, podría dejar pasar esta situación. La expulsión del senador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay por presunto contrabando de divisas, habría propiciado que el PJ llegue a los números suficientes como para ilusionarse.
El año electoral para el PJ provincial promete una partida compleja y con múltiples factores. Las incógnitas son muchas y las certezas, pocas. El gobernador analiza sus cartas para la contienda y el resto de la dirigencia, las suyas.