Las distintas problemáticas del transporte público de pasajeros han llenado páginas y páginas de este diario durante el año pasado. Las autoridades reconocen que el sistema de colectivos, tal y cómo funciona, está agotado y que el de taxis quedó obsoleto.
La quita de subsidios por parte de la Nación y algunos conflictos políticos abrieron el año pasado la discusión sobre las responsabilidades sobre el manejo y la organización de los colectivos. Hasta entonces, la Provincia venía tratando directamente con la Nación el asunto de los fondos para las líneas urbanas de San Miguel de Tucumán y las interurbanas. A partir de los recortes federales, el Gobierno decidió que era el momento de que la Capital tomara el control de sus unidades. Desde entonces, el Estado provincial puso en marcha la adquisición de unidades nuevas para las trayectorias por el interior.
En el ámbito de la Capital, en tanto, se está trabajando en la normalización de las concesiones (caducas desde la gestión anterior) para la mejora de la prestación.
En ambos casos se avanzó en la modernización -y diferenciación- de las modalidades de pago. Está vigente la tarjeta SUBE en el ámbito capitalino y está en vías de aplicarse la implementación de la Independencia para los servicios metropolitano y rural.
Con estos leves cambios, el sistema que usan más de 600.000 ciudadanos parece estar encaminado hacia un comienzo de renovación.
La mirada se dirige ahora hacia la situación de los taxis. En la agenda del Concejo Deliberante está pendiente el debate por las plataformas electrónicas. La irrupción de distintas alternativas de este tipo confrontó a los taxistas con quienes operan mediante estas aplicaciones, al entender que sortean controles, normativas e impuestos.
La cuestión de la competencia desleal está bajo análisis. Pero, la situación es vidriosa porque hay taxistas que trabajan también mediante estas nuevas formas. A la vez, abundan las críticas sobre el estado y el servicio que brindan los autos del sistema tradicional.
La autorización del servicio de alquiler mediante aplicaciones de vehículos particulares se cuestiona desde hace tiempo en el recinto. En más de una oportunidad el planteo llegó hasta una sesión, pero fue devuelto a comisión. La última vez fue el 27 de diciembre con el proyecto que proponía adherir a los choferes de las empresas privadas al Sutrappa (Sistema Único de Transporte Público de Pasajeros en Automóvil), que regula y ordena el funcionamiento de los taxis.
La discusión todavía no llega a un acuerdo en concreto. De acuerdo con las crónicas de este diario, los concejales de todas las líneas políticas enfatizan en la necesidad de darle prioridad al asunto.
Las problemáticas del transporte parecen cíclicas y prometen acaparar la agenda también en este 2025. La ordenanza del Sutrappa data de hace casi 20 años y, aunque fue reformada levemente, es urgente su actualización. También así como es necesario que se mejore el servicio de colectivos.