¿Francisco podría dejar el Papado? La verdad detrás de su carta de renuncia

El pontífice permanece internado desde el viernes pasado y su estado de salud genera preocupación.

20 Febrero 2025

La posibilidad de que el papa Francisco renuncie al pontificado, tal como lo hizo Benedicto XVI en 2013, fue una cuestión recurrente en los últimos años. Sin embargo, el propio sumo pontífice respondió en múltiples ocasiones a estos rumores, dejando en claro que su compromiso con la Iglesia es vitalicio.

"No diriges la Iglesia con una rodilla, sino con la cabeza", respondió Francisco a un asistente cuando comenzó a utilizar una silla de ruedas en público el 5 de mayo de 2022. Pese a las dificultades de movilidad que enfrenta debido a su edad y problemas de salud, procuró mantener su actividad, reafirmando que su ministerio no se ve condicionado por sus limitaciones físicas.

A sus 88 años, el papa Francisco es uno de los pontífices más longevos de la historia reciente. Su vitalidad y capacidad de liderazgo fueron destacadas incluso por miembros de la Curia, como el cardenal Kevin Farrell, quien señaló que el pontífice es un ejemplo para las personas mayores que enfrentan problemas de movilidad. "Él acepta sus limitaciones con un gran espíritu y corazón. Creo que es un ejemplo para todos nosotros", expresó Farrell en 2023.

¿Cuándo se empezó a hablar de la posible renuncia?

El tema de una posible renuncia tomó fuerza tras la operación por diverticulitis a la que fue sometido en septiembre de 2021. A raíz de esa intervención, algunos medios italianos especularon sobre su posible dimisión, rumores que Francisco desmintió con contundencia: "Siempre que un papa está enfermo, corre brisa o huracán de cónclave", ironizó en su momento.

Sin embargo, el papa ha sido consciente de las dificultades que impone su avanzada edad. En julio de 2022, tras un viaje a Canadá, admitió que sus problemas de movilidad podían implicar una fase más pausada de su papado. "Creo que a mi edad y con esta limitación, tengo que preservarme un poco para poder servir a la Iglesia o, alternativamente, pensar en la posibilidad de dar un paso al costado", declaró entonces.

Aunque en diciembre de 2022 reveló que había firmado una carta de renuncia en caso de una incapacidad médica grave, en reiteradas ocasiones aclaró que no tiene planes inmediatos de dimitir. "No es una catástrofe: se puede cambiar de papa y no es un problema", afirmó en su momento, aunque enfatizó que su visión es que el ministerio papal es vitalicio.

A pesar de los desafíos físicos, Francisco continuó con sus actividades. No obstante, desde abril de 2022, delegó la celebración de misas públicas en cardenales de alto rango, aunque sigue presidiendo las ceremonias y pronunciando homilías. También ajustó su ritmo de viajes internacionales para conservar energías.

En enero de 2023, el pontífice aseguró que no planeaba renunciar en el corto plazo, aunque reconoció que había vuelto a sufrir problemas intestinales. En una entrevista con Associated Press, explicó que, en caso de dimitir, preferiría adoptar el título de "obispo emérito de Roma" y vivir en una residencia para sacerdotes ancianos, evitando cualquier confusión con su predecesor, Benedicto XVI.

Para febrero de 2023, la idea de una inminente renuncia había desaparecido de la agenda vaticana. En una entrevista, Francisco expresó su preocupación de que la dimisión de un papa se convierta en una tendencia: "No debe convertirse en algo así como una moda", advirtió.

Su más reciente problema de salud lo llevó a ser internado en la clínica romana, lo que obligó a la Santa Sede a cancelar su agenda oficial hasta el 22 de febrero. Según el Vaticano, el pontífice pasa los días alternando el descanso con la oración y la lectura. "Da gracias por la cercanía que siente en este momento y pide, con corazón agradecido, que sigamos rezando por él", informó la Santa Sede.

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