Elon Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de Tesla, X y SpaceX, se acaba de convertir en el dueño de una ciudad en el sur de los Estados Unidos.
Se trata del municipio de Boca Chica Village, en el condado de Cameron en el estado de Texas, muy cerca del Golfo de México donde la empresa SpaceX tiene uno de sus centros de lanzamientos más importantes. Y una de las primeras decisiones de Musk fue cambiarle el nombre a la ciudad que pasará ahora a llamarse Starbase.
La ciudad tiene una superficie de alrededor de 4 kilómetros cuadrados, un área un poco más grande que la de Central Park, pero pequeña para los estándares de Texas. Allí reside una comunidad de unos 500 habitantes, entre ellos más de 100 niños.
Musk logró tener su propia ciudad con el abrumador apoyo de los votantes locales y el respaldo de las autoridades políticas de esa localidad que votaron a favor de la privatización de la ciudad.
Desde hace más de una década la ciudad alberga fábricas, plataformas de prueba y la famosa Starbase Launch Tower, desde donde SpaceX envían prototipos de cohetes al espacio.
El sábado pasado los residentes locales aprobaron en las urnas, con un respaldo del 97%, la incorporación de la ciudad a la empresa. Se trata de una comunidad en la que la mayoría de los terrenos y viviendas pertenecen a empleados o subsidiarias de SpaceX.





















