Por Gustavo Rodríguez
20 Octubre 2025
MARCAS. Son cada vez más los cargamentos decomisados que llevan estampadas imágenes que servirían para señalar el origen de la mercancía.
¿Es una manera de identificar al productor o vendedor? ¿Puede ser un sistema para definir la calidad de la droga? ¿Es una marca que identifica al propietario del estupefaciente para evitar robos? ¿Se trata de una extraña estrategia para perjudicar a los rivales? Todos esos interrogantes se generan desde hace años por los sellos que tienen los envíos secuestrados por las autoridades. Preguntas que no tienen una respuesta.
Los investigadores tucumanos se toparon de bruces con esta realidad en el último mes. En tres procedimientos, la Policía secuestró 64 kilos de marihuana. Los paquetes tenían cuatro sellos diferentes: una imagen del boxeador Floyd Mayweather, el rostro de "El Joker”, la cabeza de un león y diferentes imágenes en una especie de carátula de DVD.
“Son datos que estamos recolectando para hacer investigaciones más profundas. Hay numerosas teorías al respecto, pero lo que más nos preocupa es que los vendedores de marihuana están imitando el sistema de los productores de cocaína. Eso podría significar que en Bolivia o en la zona de frontera hay producción de cannabis para comercializar a gran escala”, sostuvo Jorge Dib, secretario de Lucha contra el Narcotráfico.
Los logos conocidos
Norberto Camelo, ex comisario de la Policía de Buenos Aires que estuvo durante años vinculado a la lucha contra las drogas, explicó que los cargamentos de cocaína tienen dos símbolos de identificación. “El primero es colocado directamente sobre la sustancia por el productor, previo a ser empacada. Este sello sirve como garantía de pureza y, como tal, es fundamental a la hora de demostrar la credibilidad de la mercancía de los productores”, comentó. “El segundo logotipo se añade a los paquetes por parte del proveedor, como marca de identificación. Por lo general, los grandes cargamentos provienen de diferentes proveedores, lo que significa que los logos son importantes para demostrar quién suministra qué”, detalló.
¿CLAN CASTEDO? La cocaína con estampas de delfín se atribuyen a una familia que opera en la frontera con Bolivia.
Rostros y apodos de deportistas, marcas de vehículos y de prendas exclusivas, animales y personajes del cine y de comics son algunos de los sellos descubiertos por las autoridades. Camelo informó que la Comunidad Latinoamericana y del Caribe de Inteligencia Policial (Clacip), entidad integrada por especialistas de 25 países de la región, ya tiene un registro de más de 500 logos.
Las marcas podrían ser muchas más. Perú, en los últimos años, se transformó en el segundo productor de cocaína a nivel mundial y se acerca cada vez más a Bolivia. Percy Ramos, titular de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional de Perú informó días atrás que ellos habían logrado registrar 561 logos diferentes en los últimos años.
Fuentes de las fuerzas de seguridad y de la Justicia Federal indicaron que en nuestro país también se contabilizaron las marcas, pero hasta el momento, ninguna de ellas sirvió para abrir una causa o como prueba para condenar a un narco. “Son todas suposiciones e indicios, pero nunca pasa más de eso”, sostuvo uno de ellos.
Sobre el origen y algo más
En nuestro país, el secuestro de los panes de cocaína tiene una particularidad. La mayoría de ellos cuentan con la figura de un delfín grabada en la droga. Todos los indicios llevan a sospechar que es el sello que utiliza el denominado clan Castedo, grupo que opera en la frontera de Argentina con Bolivia.
El grupo fue creado por Delfín Reinaldo Castedo (de ahí el origen de su nombre) y durante años se transformó en uno de los productores de “merca” más importantes del país. Durante años, con el apoyo de familiares fue construyendo un imperio en el norte. Los investigadores se sorprendieron por la logística que montó para desarrollar la actividad ilícita. Por ejemplo, con amenazas y hasta el crimen de la minifundista Liliana Ledesma, se apoderó de grandes extensiones de tierras que nacían en nuestro país y terminaban en Bolivia. Ese dominio habría contado con caminería y hasta pista de aterrizajes para enviar la droga.
LUJO. Logos de marcas prestigiosas comenzaron a ser incorporadas por los cárteles mexicanos.
Castedo, también conocido como “El Patrón del mal del Norte”, fue condenado en 2022 a 16 años de prisión por ser considerado jefe de una asociación ilícita que se dedicaba al narcotráfico y al lavado de activos provenientes de ese ilícito. Actualmente, el narco está cumpliendo la pena en una cárcel de máxima seguridad. Pese a ello, el grupo sigue actuando en el norte del país.
Cuentan los especialistas en el tráfico de droga que colocar logos sobre el envoltorio de la droga es una modalidad que impusieron los cárteles mexicanos. El Cártel de Sinaloa se inclina por utilizar marcas muy conocidas. Entre ellas, Lacoste, Praga, CR7 (el sobrenombre de Cristiano Ronaldo), Toyota y Nissan, entre otros.
En el NOA se detectaron envíos de droga que tenían los logos que normalmente utilizan los grupos narcos mexicanos. Entre otros, según las últimas investigaciones fueron Los Zeta (Ferrari) y Jalisco Nueva Generación (una cabeza de león y “El Joker”), por sólo citar algunos.
DESDE MÉXICO. Los investigadores sospechan que Los Zeta y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) habrían extendido sus redes hasta Argentina.
Peligrosa presencia
La DEA, unidad especializada de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico a nivel internacional, desde hace años viene advirtiendo que los cárteles mexicanos habían instalado bases en la frontera de Bolivia y Argentina. Su teoría es que utilizaban al vecino país para producir drogas y, al nuestro, para transportarla hasta los puertos y de allí, fundamentalmente a Europa.
El comisario Vicente Cordeyro, durante más de 30 años, fue el jefe de la división que investigaba el tráfico de drogas en Salta. Desapareció y dos días después, fue encontrado sin vida. La autopsia reveló que falleció por asfixia y, si bien nadie lo informó oficialmente, se analiza la teoría de que se habría suicidado.
El ex funcionario, antes de su muerte, se paseó por distintos medios de comunicación salteños para realizar graves denuncias. Una de ellas, cuestionar a las autoridades provinciales y nacionales por hacer poco y nada para frenar el narcotráfico. La otra, que cada vez era más evidente la presencia de cárteles mexicanos en la zona de frontera, especialmente Jalisco Nueva Generación y Los Zeta. Días después, en nuestra provincia, la Policía secuestró marihuana que tenían las marcas de esos grupos.
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