Por Gustavo Rodríguez
03 Noviembre 2025
PODER. El grupo criminal Comando Vermelho extendió su poderío hacia afuera de las fronteras de Brasil. FOTO TOMADA DE FRANCE24.COM
Prevención e inteligencia criminal. Para los especialistas en la lucha contra el crimen organizado y analistas de cuestiones de seguridad, esas son las dos herramientas para evitar que el Comando Vermelho y el Primer Comando Capital terminen de instalarse en el país y, especialmente, en el NOA. Ya existen indicios de que ambos grupos realizan operaciones en territorio argentino. Hay procesos penales por tráfico de droga, venta de armas y lavado de activos. Varios se cerraron con condenas.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, ya ordenó que se intensificaran los controles en las fronteras para detectar el ingreso de los líderes. Con una demora de más de 24 horas, envió a las provincias la información que había recibido de Brasil sobre cuáles eran las personas que podrían haber elegido el país para esconderse.
“No sólo la reacción fue tardía, sino que además ninguno de los prófugos arribara al país por un paso oficial. Seguramente lo harán por los cientos de caminos ilegales que hay en las fronteras del NOA y del NEA”, dijo un experimentado ex jefe de una fuerza de seguridad federal.
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El abogado penalista Patricio Char hizo un análisis más amplio sobre esta cuestión. “Estos grupos necesitan controlar distintas regiones y sus fronteras para poder expandirse. Son organizaciones que ‘producen delitos’, los exportan y los reciben para importarlos a otros países”, analizó. “No tengo dudas que el gobernador (Osvaldo) Jaldo está interesado en este tema para poder combatirlo. Ya deben estar articulando medidas con la Policía para detectar o descartar la presencia de alguna célula en la provincia y en la región”, dijo en la entrevista con LA GACETA.
“Entiendo que no se está haciendo inteligencia criminal en la región. Es más, cada vez son más los casos de secuestro de drogas en determinados puntos y no se nota que haya una política para erradicarlo”, opinó el abogado Aníbal Paz.
Paula Morales Soria, especializada en la materia, consideró que a nivel provincial se observa una fuerte y más coordinada tarea para luchar contra el narcomenudeo y el narcotráfico, pero el Estado debería estar preparado para poder enfrentar a estas estructuras. “El crimen trasnacional evoluciona con gran velocidad. Por eso, la inteligencia criminal debe ser cada vez más preventiva, territorial y articulada, integrando datos económicos, judiciales y de frontera. El desafío es sostener el trabajo iniciado, profundizar la cooperación interprovincial y reforzar la capacitación técnica de los equipos”, sostuvo.
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“Lo importante es que la provincia mantenga esta línea de acción: una política criminal firme, coordinada con la Nación, que actúe antes de que el delito se consolide. En ese sentido, Tucumán está dando señales claras de que el Estado no se retira de los territorios, sino que los recupera”, finalizó.
Un problema
Semanas antes de que se desatara la guerra urbana en Río de Janeiro, la Nación tomó una decisión. Cerrar o cambiar de destinos a los integrantes de los Centros de Inteligencia Criminal Regionales (Cicre). Eran organismos encargados de recopilar y analizar información sensible sobre narcotráfico, trata de personas y organizaciones delictivas en distintos puntos del país. Esos datos eran compartidos a las fuerzas federales y autoridades judiciales para que realizaran procedimientos o iniciaran investigaciones. En el NOA funcionaban dos. Uno en Salta, que cerró. El otro, en Jujuy. En este caso continuará abierto, pero tiene una sola empleada, que hace tareas administrativas.
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