Nieva volvió a decir que el 26 de febrero no circuló por la ruta 341

Dijo que tres testimoniales son apócrifas. El joven es remisero y conduce un Fiat Duna rojo. A disposición de la Justicia.

DIEGO SEBASTIAN NIEVA. LA GACETA / HECTOR PERALTA DIEGO SEBASTIAN NIEVA. LA GACETA / HECTOR PERALTA
18 Abril 2006
Diego Sebastián Nieva declaró ayer en Tribunales y no sólo negó haber circulado por la ruta 341 el 26 de febrero, cuando desapareció Paulina Lebbos, sino que además dijo que la Policía le fraguó no dos (como se pensaba en un momento) sino tres declaraciones y advirtió que ninguna de las firmas que figuraban en ellas era suya.
El testimonio de Nieva, en consecuencia, no hace más que certificar las irregularidades que se cometieron en la comisaría de Raco, hecho por el cual hay tres policías detenidos. Nieva es remisero y conduce un Fiat Duna rojo. En las planillas oficiales del control policial de la ruta 341 figura que el día 26 de febrero él pasó tres veces por ese camino. Pero él lo niega. Además el joven, quien estuvo asesorado por el abogado Horacio Guerineau, aunque declaró como testigo y no como imputado, dijo que no tiene ningún tipo de vinculación con el crimen de Paulina Lebbos, que no conoce a su novio César Soto ni tampoco a Gustavo “El Gordo” González, cuya casa se allanó el sábado. Nieva además advirtió que se ponía a disposición de la Justicia.

Sólo un homónimo
Ayer, además, se presentó en la redacción de LA GACETA Cristian Nieva, un policía que vive en calle Ecuador al 1.700, a una cuadra de González. El joven negó ser familiar del remisero Diego Nieva, quien sí tiene un hermano de nombre Cristian, pero que no vive en inmediaciones de donde reside “El Gordo”. El policía advirtió que la vinculación que se hizo con los allanamientos realizados lo perjudican en la faz profesional y familiar.
Cristian, el hermano de Diego, tiene 15 años y sorprendentemente también figura en las planillas de la Policía manejando un remise por la ruta 341.

Allanaron otra vivienda

La Policía allanó ayer, en el barrio Lola Mora, la casa de un hombre conocido como “Ñoño”, y secuestró prendas de vestir. Además, inspeccionó un automóvil.
El procedimiento fue realizado por personal de la Dirección de Investigaciones, al mando de los comisarios Julio López y Raúl Ferreyra, a raíz de una pista que ya se estaba investigando. Presuntamente, el hombre habría sido visto conduciendo un automóvil similar al que trasladó a Paulina Lebbos el 26 de febrero. Pero cuando fueron ayer a la vivienda se dieron con que había un Renault 11.
Los investigadores, con personal de la Policía Científica, además, tomaron muestras de cabello para hacerles una comparación con los encontrados en el cuerpo de la víctima y en el lugar en el que se encontró el cadáver, en Tapia.