Hay dos heridos tras una pelea entre vecinos, a los tiros

El enfrentamiento ocurrió en el barrio Ampliación Elena White, al suroeste de esta capital. Fue ayer por la tarde.

EXTREMA TENSION. La pelea ocurrió ayer, unos minutos antes de las 16. IMAGEN TOMADA DE WIKIMAPIA.ORG EXTREMA TENSION. La pelea ocurrió ayer, unos minutos antes de las 16. IMAGEN TOMADA DE WIKIMAPIA.ORG
23 Mayo 2013

Dos familias se enfrentaron ayer a la tarde a los tiros en el barrio Ampliación Elena White, ubicado al suroeste de San Miguel de Tucumán. A primera hora, Blanca Acuña presentó una denuncia en contra de su vecina Marcela Arias, quien reside al lado de su casa. Ambas viviendas se encuentran en la manzana "T, en los lotes 18 y 19, de acuerdo a la información oficial.

Durante la siesta, las hijas de ambas, menores de edad, tuvieron una discusión mientras jugaban y eso fue suficiente para que desatara una verdadera batalla campal. A los gritos, Acuña discutió con Arias y en minutos se tomaron a golpes de puño. Frente a ello, se sumó Karina Albornoz, quien vive a metros del lugar de la pelea y es amiga de Arias. En un abrir y cerrar de ojos llegaron varios hombres, de ambos lados, armados con hierros y palos.

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"Intervinieron cerca de 20 vecinos, quienes se agredieron durante 20 minutos hasta que llegamos al lugar", informó el comisario Dardo Romano, de la seccional 8°. Antes que los agentes llegaran se escucharon cinco detonaciones de disparos de balas, al menos. Un proyectil le dio en el pecho, en una de sus mamas, a Albornoz, mientras que el otro ingresó en el glúteo de Daniel Acevedo, esposo de la mujer.

Como en la zona no ingresan las ambulancias por tratarse de un "barrio hostil", según el comisario, los heridos fueron trasladados en patrulleros hacia el hospital Centro de Salud, de esta capital. Albornoz sería operada en las próximas horas para que se le extraiga la bala, mientras que Acevedo se encuentra fuera de peligro.

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Uno de los vecinos entregó a personal policial un revolver, calibre 22, con vainas servidas. Debido a que el arma pertenecería a Daniel Castillo, esposo de acuña, se ordenó su aprehensión, ante las sospechas de que podría ser el autor de los disparos. "La principal dificultad que tenemos por estas horas es el silencio de los testigos. Aseguran que no vieron nada, por lo que ahora dependerá de las pruebas. Sólo contamos con las acusaciones mutuas entre las familias", informó Romano. LA GACETA

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