Hasta Tafí se viaja en una alfombra y hasta Amaicha se va en una coctelera
El tramo que nace en Acheral y llega hasta la villa tafinista está nueva: más ancha, señalizada y recibiendo a diario mantenimiento. En cambio, ese mismo camino desde Tafí hasta Amaicha del Valle está muy deteriorado, sobre todo el tramo que arranca en El Infiernillo. Son 30 kilómetros que hace 25 años que no se los renueva.
La ruta que atraviesa los Valles Calchaquíes presenta dos caras muy diferentes: una agradable hasta Tafí del Valle y otra desagradable desde el Infiernillo en adelante. A más de 30 días del comienzo de la temporada de invierno, este corredor central para el turista está quedando como nuevo pero sólo hasta Tafí. Si un automovilista quiere seguir hacia Amaicha del Valle se encontrará con otro panorama serpenteado por un camino que se viene remendando hace más de 20 años.
"La ruta hasta Amaicha debe tener unos 60 años, pero el pavimento, unos 35 porque antes era una huella", comentó Raúl Basilio, titular de Vialidad Provincial. Desde Tafí del Valle hasta El Infiernillo la ruta fue pavimentada y señalizada hace casi tres años, recordó Basilio, pero el camino que sigue hasta la localidad de Amaicha no se volvió a trabajar a nuevo desde que se la pavimentó hace 25 años, aproximadamente.
Es evidente el cambio en la misma ruta. Después de El Infiernillo la ruta se convierte en un camino angosto, sin señalización, con banquinas pequeñitas y, por supuesto, los infaltables animales que no tienen educación vial y se cruzan como si nada.
"La realidad es que sólo el 10,5% de los que suben por esa ruta sigue hacia Amaicha o Santa María (Catamarca), la mayoría se queda en Tafí del Valle", explicó Basilio. Esta sería una de las razones por las que el tramo de la 307 hasta la villa tafinista recibe tantas atenciones y el otro, no.
Ahora los trabajos están concentrados en ensanchar el kilómetro 29 ("El Fin del Mundo") que está después de El Indio. Se trataba del sector más angosto que le quedaba a la subida y que obligaba a los automovilistas a frenar si venía otro de frente. Además era el único tramo con el pavimento deteriorado. "Se le va ganando espacio a la montaña. Con barretas se quitan las piedras y así esperamos pasar de 5,85 metros a 7,30", indicó Martín Díaz, ingeniero de Vialidad que supervisa los trabajos en el lugar.
Alberto Campos, laboratorista de Vialidad, explicó que este punto es uno de los más complicados no sólo por lo angosto del camino, sino por la caída libre de 130 metros, una de las más profundas a lo largo de toda la 307. Además la roca en esta zona impide que se armen voladizos como se hizo en otros tramos.
Los arreglos en esa zona comenzaron hace varias semanas y continuarán un tiempo más. Durante la semana los cortes son de 10 minutos, transcurridos los cuales se habilita media calzada para que circulen los autos.
Al ser una zona con muchos desprendimientos de rocas también se están armando muros de contención con hormigón.
Un peligro
Miguel Pastrana, delegado comunal de Amaicha del Valle, espera que una promesa de Vialidad provincial de hace 50 días se cumpla. Dice que le prometieron que harían una prueba de pavimento en esa ruta hacia Amaicha. "Querían saber si se podrían hacer pavimento en frío. Pero después de que me dijeron eso no volvieron", se quejó Pastrana.
Según el delegado durante la temporada de invierno unos 20.000 turistas llegan hasta Amaicha. La mayoría lo hace en autos particulares y otro gran número en colectivo.
El tramo a partir de El Infiernillo se torna sumamente peligroso por la falta de señalización. "Son 30 kilómetros que para los tucumanos que conocen la ruta, quizás no sea un problema, pero para los turistas sí, sobre todo cuando hay niebla", reconoció Pastrana. Desde el Ente de Turismo explicaron que es una cuestión que debe resolver Vialidad.
Basilio estimó que los arreglos sobre el camino hacia Amaicha podrían retomarse entre noviembre y enero. "La ruta a Tafí no nos permite abandonarla. Siempre hay que estar arreglando un tramo por derrumbes o mejorando algo. Es muy transitada y los trabajos son lentos porque hay que cortar poco tiempo el pase de vehículos", aclaró.
La 307 es la vía para llegar a Santa María (Catamarca), pero también es la que permite empalmar con la 357 que llega hasta Las Ruinas de Quilmes, y con la famosa 40 que va a El Bañado, Colalao del Valle y El Pichao. Estas son zonas de potencial turístico que precisan de un camino que invite a transitarlo.