Unos se negaron a dejarlo todo, otros salieron con lo puesto

“Vamos a aguantar acá arriba todo lo que podamos”, gritó desde la terraza de su casa Marcelo Pacheco. Bajo el tinglado de chapas siete familiares suyos levantaban las manos: pedían agua y algo para comer.

Como la familia Pacheco, algunos todavía se resistían a abandonar sus casas ayer por la tarde. El miedo a perderlo todo, de nuevo, era más fuerte. Muchos se refugiaron en la estación de trenes y habían definido pasar la noche sobre un puente peatonal, que por segmentos había quedado cubierto por lonas para guarecerse de nuevas lluvias.

Otros pidieron auxilio apenas el agua volvió insostenible la situación. “Queríamos ir al Hospital pero ya no se podía llegar. Los policías nos sacaron con lo puesto y nos trajeron aquí”, explicó Deidamia Acosta. La mujer de 89 años aguardaba bajo una carpa donde el Ministerio de Salud había montado un centro de atención. Esperaba con un pantalón de hombre y dos bolsas. Su esposo, Mirandino Fernández, también de 89, había partido en busca de un pariente para preguntarle si podían alojarlos.

“Es la tercera vez que nos toca pasar esto, porque en el 92 no nos entró tanta agua. En el 98 dormí con mi marido en la estación del ferrocarril una noche. En 2000 nos tocó de vuelta y dormimos tres noches en la ruta. Ahora no sé qué pasará”, lamentó la abuela.

María Angélica Pérez (de anteojos) y Enrique Brandán (a la derecha) dejaron todo en Buenos Aires para instalarse en La Madrid. Lo decidieron cuando Enrique se jubiló y quisieron vivir su retiro en el sur tucumano. “Nos vinimos hace ocho meses por la tranquilidad, en Buenos Aires ya no se puede estar en la calle. Y ahora nos damos con esto...”, expresó la mujer, mientras eran trasladados a la ruta y de allí irían a pasar la noche en un hotel de Alberdi. Sucede que María Angélica es insulino dependiente y necesita mantener refrigerada su medicación.

“Nuestros hijos están en Buenos Aires y nos están viniendo a buscar. No quieren saber nada con que nos quedemos. No sabemos que vamos a hacer. Perdimos todo, todas las cosas nuevas recién compradas”, lamentó María Angélica. En la huida en lancha pudieron ver su casa con el agua hasta la mitad de las ventanas y su camioneta ubicada sobre las vías del ferrocarril cubierta de agua hasta el capot.

Desde el Gobierno piden que reserven donaciones
Yedlin apuntó que los centros de evacuados se encuentran abastecidos

El coordinador del Comité de Emergencias de la Provincia, secretario general de la Gobernación, Pablo Yedlin, informó ayer que los centros de evacuados ubicados en las distintas ciudades del sur de      Tucumán “se encuentran abastecidos” y que no será necesario el envío de donaciones durante las próximas 24 a 48 horas.
Por eso solicitó a la población interesada en colaborar con los damnificados por las inundaciones que reserven las donaciones para los próximos días, cuando la gente pueda retornar a sus hogares.
“Sabemos que la solidaridad de los tucumanos es enorme y lo agradecemos; para facilitar la tarea de logística y el envío de insumos, solicitamos la colaboración de todos para comprender que en estos momentos la prioridad pasa por abastecer a los centros de evacuados y de ellos nos estamos encargando desde el Gobierno provincial”, señaló Yedlin.
Además, el funcionario agregó: “va a ser muy importante la ayuda de todos para cuando nuestros hermanos tucumanos vuelvan a sus hogares”.
Finalmente, Yedlin manifestó que hoy en la primera reunión del Comité de Emergencias se precisará cuáles serán los lugares donde se recibirán donaciones y qué cosas serán necesarias.

Mujeres y loros, primero
Un grupo de voluntarios rescató a la siesta a María Lidia Romero. Además de un bolso con ropa, la mujer buscó resguardo junto a su loro. Muchos fueron evacuados de La Madrid junto con sus mascotas. A pesar de eso, los perros que quedaron abandonados lloraban en el pueblo. Algunos murieron y quedaron atrapados entre las rejas de las casas.

Se mudaron al techo
Muchas familias pasaron la noche sin luz en el techo de sus casas, por miedo a sufrir asaltos. Uno de los integrantes de la familia Etchecopar pidió cigarrillos para poder pasar la noche. Autoridades de Defensa Civil insistieron en que la población atienda a las alertas y obedezca las órdenes de evacuación.