Dengue: el año que perdimos la inocencia ante la patología

En 2009 muchos pacientes no consultaron ante los primeros síntomas y el dengue se multiplicó. Un tour de compras a Bolivia.

Dengue: el año que perdimos la inocencia ante la patología
15 Marzo 2020

Corría marzo de 2009 cuando los casos de dengue empezaron a multiplicarse a la ciudad de Aguilares. Los testimonios revelaban cómo había llegado el dengue a esa localidad. Fue por un tour de compras a Bolivia, país que tenía un importante brote de la enfermedad. Algunos pasajeros, días después de regresar de allí, comenzaron a tener síntomas. Pero no consultaron. Así, el virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti se extendía rápidamente. En abril de ese año fue el pico de la epidemia. Hubo casos en más de 30 barrios de la capital.

En una entrevista con LA GACETA, el entonces ministro de Salud, Pablo Yedlin, había remarcado: “lo que perdimos es la inocencia en dengue. Ahora tenemos una cicatriz que nos marca para el futuro”. El funcionario anticipaba de alguna manera lo que está sucediendo hoy: todos aquellos pacientes que tuvieron la enfermedad en 2009 fueron afectados por uno de los cuatro serotipos de la patología, el DEN1. Si hoy alguno de ellos fuera picado por un mosquito infectado con la cepa que más está circulando (DEN4) podría sufrir dengue grave.

Esa situación la conocen muy bien en Aguilares. Los vecinos están atemorizados ante la posibilidad de un rebrote epidémico. Muchos de quienes ya han sufrido la enfermedad, más de 200, están pendientes del termómetro. Y saben que ante cualquier síntoma deben consultar rápidamente.

A mediados de abril había más de 1.000 infectados con dengue en la provincia. Hubo algunos pacientes internados, pero ningún caso de gravedad.

En 2016, Tucumán volvió a sufrir una epidemia de la enfermedad transmitida por el Aedes. La mayoría de los casos se registraron en San Miguel de Tucumán, Banda del Río Salí y en Las Talitas. Además se notificaron casos aislados en La Florida, Lastenia, El Cadillal, Lules, Monteros, Aguilares y Tafí Viejo. Todos los análisis corroboraron que la cepa del virus que circuló ese año fue DEN1.

Aunque otros años se detectaron pacientes con dengue, en todos los casos se confirmó que eran importados (se habían contagiado en un viaje o directamente de viajeros).

Los epidemiólogos estaban atentos a 2020. Por la gran epidemia que sufrieron principalmente en Brasil y en Paraguay se esperaba que en Argentina la situación sea como lo es hoy, más que preocupante.

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