La dinámica inflacionaria argentina en un contexto internacional complicado

14 Abril 2022

Nadin Argañaraz

Director del instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf)

La inflación en Argentina fue del 6,7% en marzo, implicando una variación interanual del 55,1%. Estos valores mensuales son superiores a los de los meses previos (3,9% en enero y 4,7% en febrero).

El mundo también ha tenido un salto inflacionario en los primeros meses de este año. Hay dos factores preponderantes: la salida de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania. El primer factor venía teniendo impacto en el primer bimestre y el segundo lo hizo a partir de marzo. El debate actual gira en torno a si el salto de precios relativos y de inflación terminará en algo meramente transitorio o si, por el contrario, tendrá rasgos de mayor permanencia.

Dada esta situación, resulta interesante analizar el comportamiento de la inflación del primer trimestre en un conjunto de 25 países: Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Chile, China, Colombia, Corea, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Hungría, Indonesia, Irlanda, Italia, México, Noruega, Países Bajos, Paraguay, Perú, Rusia, Suiza, Turquía y Uruguay.

La salida de la pandemia conjugó factores de demanda y de oferta. La intención de los países era la de actuar con la política económica, para evitar que la mayor inflación perdure mucho más tiempo que el deseado.

En el primer bimestre del año Turquía y Argentina registraron las mayores tasas de inflación, con un 4,8% y 4,7%, respectivamente. En el otro extremo, Indonesia y Chile, con variaciones nula y del 0,3%, fueron los países de menor inflación entre los 25 medidos. Por su parte, la inflación promedio mensual del bimestre fue del 1,2%, equivalente a 1,9 veces la verificada en igual período de 2021.

El conflicto bélico desatado por la invasión rusa a Ucrania ha generado restricciones de oferta adicionales y subas de precios de materias primas, petróleo y gas, entre otros. Esta suba de precios relativos tuvo impacto en el nivel de precios de marzo, y la inquietud que se genera es si habrá un efecto de segunda vuelta, que termine en un nuevo salto inflacionario. Al analizar la inflación de marzo, se aprecia que a las mayores tasas las tuvieron Rusia (7,6%), Argentina (6,7%), Turquía (5,5%), Países Bajos (3,6%) y España (3%).

La Argentina tiene un problema inflacionario recurrente. La inflación es un síntoma. Es necesario llevar adelante los acuerdos necesarios para atacar consistentemente las causas de la inflación. A los factores macroeconómicos locales, en esta primera parte del año se sumaron la salida de la pandemia y el conflicto bélico que se inició a fines de febrero. Cuando se compara la inflación argentina de marzo pasado con la de marzo de 2021, se advierte una suba de 1,9 puntos porcentuales. Esto implica que la relación entre la tasa de inflación de este año y la del anterior es de 1,4. Al analizar al conjunto de países, se aprecia que la misma comparación arroja una diferencia de 1,4 puntos porcentuales y una relación de 3, aproximadamente. De esta manera, se observa que en Argentina los puntos extras de inflación interanual fueron similares a los registrados, en promedio, por el resto del mundo.

Con el dato del primer trimestre, la inflación argentina anualizada es del 81,3%. Es vital que esta tasa baje, para evitar expectativas de inflación creciente y pérdidas de poder adquisitivo adicionales. En los últimos cuatro años, la inflación ha erosionado el poder adquisitivo todos los asalariados y jubilados, aunque lo ha hecho en mayor medida con los trabajadores informales, que carecen de esquemas institucionales para defender sus ingresos de la inflación.

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