Cada 36 horas muere un tucumano en un accidente de tránsito

El trabajo estadístico que elabora el ministerio de Seguridad de la Nación consignó que se incrementó la cantidad de víctimas en siniestros viales. La situación es muy preocupante, según los expertos

UNA SITUACIÓN PREOCUPANTE. Los especialistas dicen que los números de tragedias ya son alarmantes. UNA SITUACIÓN PREOCUPANTE. Los especialistas dicen que los números de tragedias ya son alarmantes. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Murieron tras caer de una moto, mientras cruzaban la calle, adentro de un auto luego de chocar, en una ambulancia o varios días después de estar internados con ayuda de un respirador. En nuestra provincia, fallece una persona cada 36 horas en un accidente de tránsito, según se desprende del trabajo que realiza anualmente el Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC), que elabora el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Este estudio sobre víctimas de muertes violentas deja en claro que en nuestra provincia nada mata más personas que los choques. En 2021 murieron 243 tucumanos en siniestros viales. Esto es un 7% más que en 2020. Si se compara el dato con los accidentes registrados en años anteriores (desde 2019 en adelante), hubo una baja del 24.8%. No obstante, los especialistas en seguridad vial sostienen que esos números hay que tomarlos con pinzas por las restricciones que hubo para circular en 2020 y en 2021. Desde 2014 y hasta 2019, la cantidad de accidentes y de víctimas fatales venía subiendo año a año.

El compendio estadístico hace otra aclaración no menor cuando habla de la cantidad de muertos por accidentes viales: recomienda el seguimiento de casos con el objetivo de mantener una cifra actualizada. Esto es porque se estima que ha un subregistro de fallecimientos. Cuando ocurre un accidente, hay víctimas que no fallecen en el momento, sino varios días después. La ONG Luchemos por la Vida, por ejemplo, contabilizó 319 víctimas fatales en 2021 en Tucumán, 76 más que los datos del SNIC.

Lesiones

De acuerdo al informe nacional, durante el año pasado hubo en nuestra provincia 4.073 heridos en accidentes de tránsito, una cifra altísima si se comparan los datos de años anteriores. Por ejemplo, en 2020 -año de la cuarentena más estricta- hubo menos de la mitad de lesionados en siniestros viales: fueron 1996. Y en la comparación realizada desde 2019, la cantidad de víctimas de choques se incrementó un 30%. Las lesiones en accidentes aumentaron más que nada en los departamentos Famaillá (301, 3%), Graneros (195,4%), Tafí del Valle (119,7%), Monteros (44,6%), Burruyacu (31%) y Leales (29%). La capital, Cruz Alta, Leales, Chicligasta y Tafí Viejo son los departamentos que más accidentes fatales registran.

Si bien no perdieron la vida en un accidente, hay muchos heridos de gravedad que quedan con alguna discapacidad. Se estima que por cada por cada muerto en un incidente vial nueve personas quedan con lesiones permanentes, señaló Claudio Artaza Saade, presidente de la Fundación Alerta en el Camino.

Lo preocupante de esta situación es que hoy la gran mayoría de los accidentados son jóvenes, remarcó. Artaza Saade sostuvo que estamos ante una verdadera emergencia de seguridad vial en la provincia. Justamente preocupados por esta situación es que realizaron recientemente en el hospital Padilla el primer Foro Provincial en Seguridad Vial de la comunidad organizada.

El doctor Jorge Valdecantos, director del Padilla, mostró las estadísticas del servicio de emergencias y apuntó que muchos accidentes están relacionados a la ingesta de alcohol y de otras drogas. “Esto no pasaba en otros años. Nos tenemos que preguntar qué está ocurriendo. Estamos muy preocupados por los jóvenes; es el grupo de mayor riesgo”, sostuvo.

Según detalló, el 81% de los heridos que atienden viaja en moto, el 70% son varones (“ya sabemos por qué los hombres mueren antes que las mujeres”, señaló) y el 60% tienen entre 14 y 30 años. “Estamos hipotecando el futuro”, disparó. Se necesitan 15 profesionales para atender a un accidentado, precisó el director del hospital, que es el termómetro más importante de lo que sucede en las calles en cuanto a siniestros viales graves.

Según Valdecantos la de accidentes de tránsito es una epidemia mucho más dura que la de covid. “Nuestra provincia es la tercera con la tasa más alta en mortalidad por accidentes de tránsito”, puntualizó.

A su turno, la referente del Programa Provincial de Prevención de los Siniestros Viales, doctora Dive Mohamed, lamentó que en los últimos dos años se hayan entregado 130 certificados por discapacidad a jóvenes de entre 15 y 30 años que quedaron con limitaciones luego de haber protagonizado un accidente.

¿Qué se puede hacer? Los especialistas coincidieron en que es necesario afrontar la inseguridad vial porque es un enorme problema de salud pública.

Artaza Saade, perito en accidentes de tránsito, hizo una propuesta a las autoridades: que se capacite a los agentes de policía para que dejen de ser simples observadores de las violaciones a las normas a las normas de tránsito, que los controles se conviertan en escuelas de educación vial y que, además, se organice en la provincia un congreso de educación vial. “Hay que ser muy serios, esta situación es grave. Estamos armando el consejo provincial de seguridad vial de las ONG. Presentaremos el documento que conformamos en este foro y exigiremos una campaña en seguridad vial para las fiestas”, indicó. También participaron del encuentro la ONG Estrellas amarillas, el sindicato de cadetes, la Fundación Siempre Verde, el secretario de Transporte de la provincia, Benjamín Nieva, y el ministro de Obras Públicas, Fabián Soria.

El ingeniero Pedro Katz, presidente de la Fundación Siempre Verde, cerró el encuentro advirtiendo que hay que pensar cuanto antes en un sistema integrador de transporte de pasajeros que saque las motos de las calles. “El transporte es un servicio esencial, pero es un negocio para algunos”, expresó, y propuso reorganizar las líneas de transporte creando un sistema de boleto cero. “Mi propuesta es que todas las personas paguen una tasa de transporte, así como se paga recolección de residuos y alumbrado público. A eso se deberían sumar los subsidios que el Estado le da al transporte. De esa manera, se crea el boleto cero, un sistema que sí van a elegir los motociclista y más ciudadanos para movilizarse ya que no tendrían que pagar”, remarcó. A larga, el sistema le ahorraría también muchos gastos a la salud pública si bajan los accidentes. Los números del Padilla indican que la atención de un herido leve cuesta unos U$S 140 dólares por día. Si el paciente está grave el costo sube a U$S 1.350 diarios.

Implementar exámenes rigurosos para la obtención de los registros es otro punto clave. “La ley tránsito prevé la obligación de concurrir a una escuela de manejo antes de tramitar la licencia por primera vez. Solo que el estado nacional no la hace cumplir por eso estamos como estamos. El peligro en la vía pública radica mayormente en que los conductores que circulan por ella no tuvieron una c0apacidad de aprendizaje idóneo al momento de aprender”, cerró Pedro Erazo, de la Fundación Conciencia al Volante.

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