La Guerra de Malvinas y la dictadura militar según una novela de Martín Kohan

18 Junio 2023

Por Carlos Cámpora

PARA LA GACTA - BUENOS AIRES

La literatura argentina ha abordado de múltiples modos dos hechos capitales de nuestra historia reciente, la Guerra de Malvinas y la última dictadura militar. Estos sucesos son precisamente los que une la novela Dos veces junio (2002), de Martín Kohan, que comentaremos en esta nota. En ella se narran hechos que ocurren en dicho mes en dos años distintos que marcan las dos partes en las que la obra se divide: en la primera se cuentan sucesos ocurridos en 1978 durante el Campeonato Mundial de fútbol, mientras que en la segunda se hace referencia a hechos sucedidos en 1982 poco después de terminada la Guerra de Malvinas. En cuanto a los personajes, en el texto se destacan dos de ellos: el Dr. Mesiano, un médico encargado de supervisar torturas a los detenidos durante la dictadura, y un conscripto que oficia de chofer del mencionado facultativo y que es el narrador de la novela.

En la primera parte, los hechos relatados comienzan con una pregunta dirigida desde un centro de detención al Dr. Mesiano: “¿A partir de qué edad se puede empezar a torturar a un niño?” Esa insólita pregunta está motivada porque, ante la negativa de una mujer detenida a aportar datos a pesar de las torturas, se ha pensado en hacer lo mismo con su bebé para obligarla a dar información. Al narrador, se le encarga buscar al Dr. Mesiano, quien se ha ausentado para ver junto a su hijo adolescente un partido de fútbol durante el Campeonato Mundial en el cual jugaba la selección argentina. Luego de algunas peripecias, el conscripto encuentra por fin al médico y su hijo a la salida del mencionado encuentro. Después, los tres van al centro clandestino de detención ubicado en Quilmes, donde otro médico le efectúa personalmente la consulta inicial. Dado que el bebé tiene poco peso, se decide que no está apto para la tortura y el Dr. Mesiano propone que este sea dado a su propia hermana que no puede quedar embarazada.

En la segunda parte, más breve que la primera, aparece la Guerra de Malvinas a través de la muerte en ella del hijo del Dr. Mesiano, el adolescente que lo había acompañado para ver el comentado partido de fútbol. El narrador, ahora ex-conscripto, se entera de ello al leer una lista de fallecidos en la Guerra que aparece en un diario. Ante la noticia de esa muerte, decide ir a ver al facultativo, a quien encuentra en la casa de un familiar. Allí, además del médico, se hallan su hija y su cuñado haciendo un asado, así como el hijo de estos, un pequeño de cuatro años que no es otro que el bebé que se había llevado el Dr. Mesiano en la primera parte. Luego de comentarios sobre la situación post-Malvinas, el narrador vuelve a su casa.

Como puede verse en este breve recorrido por la trama de la novela, muchos hechos contados presentan una importante densidad dramática. Sin embargo, la manera en que están relatados está alejada totalmente de todo dramatismo, ya que son narrados con naturalidad, desde una mirada distante sobre lo relatado. Ese contraste entre los sucesos narrados y la manera de abordarlos está principalmente basado en que los hechos que pueden ser considerados dramáticos y centrales están envueltos, rodeados, inmersos en numerosísimas digresiones, en un continuo detallar aspectos ajenos a los hechos en sí.

Sumado a las digresiones, otro elemento utilizado es la omnipresencia de los números. No solo aparece un número en el título de la obra, sino que todos los capítulos del texto están titulados con números, al igual que cada una de las dos partes de la novela. Incluso el propio narrador no es conocido por un nombre, sino solo por el número que le tocó en el sorteo para hacer el servicio militar. Existe en toda la obra una especie de “obsesión numérica”, donde lo importante sería el cálculo, la medición. Esa “racionalidad instrumental”, que tiene en cuenta solo lo numérico, lo medible, contribuye a producir una narración insensible, fría, distante.

Como señalamos en una nota anterior referida a un texto de Beatriz Guido sobre un hecho ocurrido durante el primer gobierno peronista, la literatura argentina ha abordado variados acontecimientos relevantes de nuestra historia de muy diferentes maneras. En la exploración de esas múltiples formas, en esta oportunidad, en la novela de Martín Kohan, tanto las digresiones como lo numérico serían una manera de abordar hechos tan dolorosos como la dictadura militar y la Guerra de Malvinas, es decir, de algún modo narrar lo inenarrable.

© LA GACETA

Carlos Cámpora - Licenciado en Letras (UBA). Magíster en Sociología de la Cultura (Unsam).

Comentarios