Restauran el galpón ferroviario que será la sede de Gendarmería

Se trata de un inmueble ubicado en Marco Avellaneda al 200. El avance de obra es de un 15%.

AVANCES. Detrás de los escombros, se están realizando trabajos. AVANCES. Detrás de los escombros, se están realizando trabajos.

Alguna vez en la calle Marco Avellaneda, a un lado de los rieles, se vieron jóvenes trotamundos, que llegaban desde Retiro, Córdoba, Salta o Jujuy. También se paseaban por esa zona trabajadores golondrina, que se bajaban en la estación de Central Córdoba -la primera de nuestra provincia- para emprender su ruta hacia las fincas, donde pasarían temporadas curtiéndose bajo el vigoroso sol tucumano. Mucha historia se grabó en ese sector de la ciudad, atractivo hoy para los conductores que lo usan de estacionamiento ya que no es céntrico ni tampoco está por fuera de las cuatro avenidas. La zona está en vías de recuperación: ya cuenta con una plaza municipal sobre Suipacha, también con el “nuevo” Centro Cultural Juan B. Terán y se está realizando una etapa de restauración de la estación central. Entre este aluvión revitalizante emerge la obra de uno de los galpones ferroviarios que será sede de la Gendarmería. La obra ya tiene un avance del 15%, según datos que la Dirección de Arquitectura y Urbanismo provincial (DAU) compartió con LA GACETA.

“Ese galpón que estaba abandonado, ubicado en Marco Avellaneda al 200, posibilitará que Gendarmería Nacional se instale con mayor presencia en la provincia, para redoblar la lucha contra el narcotráfico. Allí se ubicará la parte administrativa, complementándose con la parte operativa de Capitán Cáceres (departamento de Monteros)”, detalla Alfredo Quinteros, titular de la DAU.

Detalles técnicos

La obra prevé un monto contractual de $596.144.665, con un plazo de ejecución de un año (comenzó en septiembre de este año) y las empresas contratistas son Instelec y Geconpe SRL.

A simple vista, el edificio parece estar en ruinas. Pero lo cierto es que se está trabajando ya en la restauración y refuncionalización del galpón perteneciente al FFCC Belgrano Cargas. El proyecto comprende la construcción de las oficinas para el comando de Región IV Tucumán de Gendarmería Nacional con un sector para motorizada, cocina, sum, sanitarios, entre otras dependencias. Por otra parte, se contemplan más oficinas y guardia de prevención las 24 horas, sala de armas y más sanitarios. El espacio exterior tendrá un enrejado perimetral, con cocheras y un playón para cancha multideportiva (básquet, vóley, fútbol), más una plaza de armas con mástil de 15 metros para la colocación de la Bandera Nacional Argentina.

La superficie total de intervención es de 1.010 m2 aproximadamente, en un terreno rectangular de unos 3.240 m2.

El flamante vecino

A unos metros, en dirección a la calle San Juan, reluce un recuperado galpón que hoy es sede del Centro Cultural Juan B. Terán, que depende del Ente Cultural de Tucumán. Y desde allí celebran todo tipo de restauración de los galpones vecinos. Se siente y se vive el cambio.

Hasta llegar a su presente, ese inmueble, “tesoro” de nuestra historia ferroviaria, tuvo muchos probables desenlaces, como lo fue una propuesta para albergar en esos muros una sede del Conicet o un centro comercial o unas oficinas de Defensa Civil Municipal. Hoy sus instalaciones son utilizadas por unos 250 artistas y alumnos del Ballet Estable, el Ballet Contemporáneo, la Banda Sinfónica de la Provincia, la Escuela de Circo y el Grupo de Teatro de Niños y Jóvenes. Los trabajos se hicieron con un 80 % de mano de obra a cargo personal dependiente del mencionado Ente Autárquico. Por ello, la inversión fue muy baja, detalla Martín Ruiz Torres, titular del área.

“La apertura -que se realizó en mayo de este año- viene a resolver en forma definitiva un problema histórico que enfrentaban los cuerpos artísticos dependientes del Ente Cultural, quienes carecían de salas de ensayo propias, para cumplir con sus tareas diarias”, indica. Pero más allá del uso oficial, de las actividades abiertas al público, este espacio -resalta el funcionario- viene a revalorizar un área de la ciudad que era oscura e insegura: “hoy se puede ver cómo los vecinos se han apropiado del espacio, haciendo de él un lugar de esparcimiento para la familia, lo que nos llena de orgullo y satisfacción”.

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