Volatilidad cambiaria: la mirada está puesta en las reservas netas

El Banco Central tiene problemas para acumular más divisas y la próxima semana vencerán cupones de deudas. La asunción de Federico Sturzenegger como ministro consolida el plan para desregular la economía.

Volatilidad cambiaria: la mirada está puesta en las reservas netas

La “fase dos” del programa: la demanda del mercado

El mercado empezó a mirar con preocupación que el Banco Central (BCRA) en junio dejó de comprar reservas. Pasó de comprador en U$S 2.532 millones en mayo a vendedor en U$S 47 millones en junio. Las tendencias en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC) esclarecen el porqué de este comportamiento: la demanda privada subió abruptamente, mientras que la oferta privada tuvo cierta retracción respecto a fines de mayo, pero más marcada en la comparación con abril, describe el reporte de Portfolio Personal Inversiones (PPI). En un contexto en el que la acumulación de reservas parece haberse agotado las netas volverán a la zona de los U$S 5.000 millones con los pagos de Globales y Bonares de la semana que viene. Más que nunca, la idea de salir del cepo con un “colchón” de reservas netas positivas requiera de financiamiento externo, que podría llegar del FMI en algún momento del segundo semestre, advierte PPI. Ni la inclusión de Ganancias y Bienes Personales en el paquete fiscal ni el avance a la “fase dos” del plan de estabilización lograron contener al Contado con Liquidación (CCL). “El mercado parece seguir demandando una nueva etapa para el esquema cambiario y monetario para mantener la calma. De mínima, se espera una suba de la tasa de referencia. Mirando hacia adelante, ponemos mayor foco en la dinámica del CCL que en los niveles”, detalla. Para evitar comparaciones subjetivas sobre niveles de “equilibrio”, la firma prefiere quedarse con la brecha cambiaria como termómetro. La encerrona que produce una brecha sustancialmente más alta (hoy ronda el 50% y en mayo era 22%) es que la aceleración de la nominalidad podría ser mayor de la tolerable para el equipo económico, al mismo tiempo que un BCRA vendiendo reservas en el tercer trimestre dejaría al cepo carente de sentido. Según relevamientos privados de precios, la inflación de junio rompería con la tendencia bajista iniciada en enero. La interrupción del sendero declinante debe ser sopesada con la aceleración de los precios regulados desde 8,8% en mayo a 14,4% en junio por la suba de tarifas de energía. Por lo tanto, al excluir estos ajustes en el cómputo de la general, la inflación habría sido del 2,5%. ¿Qué podemos entrever de la inflación de julio? Dado que haber aplicado los aumentos previstos en energía, combustibles y transporte publico impulsarían un rebrote en la inflación de junio, el gobierno decidió posponerlos. Estas medidas apuntarían a buscar una nueva baja de la general, que la devolvería a por lo menos los niveles de mayo. Según PPI, la noticia positiva es que el recalentamiento de los dólares financieros de las últimas semanas no tuvo traspaso a precios. No obstante, tomando mayor perspectiva, los tipos de cambio efectivos del Comercio Exterior quedaron por debajo del CCL, lo cual hace pensar en una salida del cepo con un mayor salto de la nominalidad en caso de darse en las condiciones actuales.

La cotización: el “blue” sigue  su ritmo al alza

El dólar informal no detuvo su marcha ascendente y cerró la semana en $1.420, acumulando así ocho semanas con reajustes en su cotización. Desde el 1 de mayo, el “blue” aumentó un 36,54%, lo que se traduce en $ 380.

El billete de la calle es el más caro de los dólares libres y la brecha cambiaria la más holgada, hace varias semanas acomodada arriba del 50%. Hoy con un dólar mayorista que cerró en $ 918, quedó exactamente en un 54,68%.

Por su parte los dólares financieros operaron estables. Tanto el MEP como el contado con liqui hace unas ruedas que se mueven a la par y casi con la misma cotización haciendo nulo el canje entre ambas cotizaciones.

Ambas cotizaciones se mantienen apenas abajo de la zona de 1.400. El dólar MEP cerró la semana con una suba de $48.88 (3,63%) para ubicarse en los $1.396,84, mientas que el contado con liquidación acumuló en la semana $47,90 (3,55%) para quedar en la zona de $1.397,98.

La brecha en el caso de los financieros está en 52,2%. Esta brecha, genera desconfianza entre los analistas de mercado y hacen pensar una salida mas compleja del cepo toda vez que los tipos de cambio van a tener que converger la unificarse y ante esta disparidad, el salto devaluatorio podría ser más que significativo.

El valor del billete en el Banco Nación es de $934,50 y en el promedio de los bancos es de $956,01.

El Banco Central vendió U$S 6 millones y cortó una racha de cuatro jornadas con mini compras. En la primera semana de julio el BCRA compró US$ 73 millones. A su vez, las reservas brutas cerraron la semana en el nivel de U$S 29.946 millones.

La base monetaria: la reacción de Caputo

El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, salió ayer al cruce de las declaraciones de algunos economistas y analistas que denunciaron un aumento de la base monetaria y los acusó de tener “deshonestidad intelectual”.

“Jamás creí que la deshonestidad intelectual iba a llegar al límite de leer colegas quejarse porque suba la BM (base monetaria), señaló el jefe del Palacio de Hacienda en su cuenta de “X”.

El titular del Palacio de Hacienda enfatizó que la “suba la base monetaria es precisamente lo que queremos que pase”.

Luis Caputo Luis Caputo

Caputo remarcó que este proceso “NO es emisión monetaria, sino cambio en la composición de pasivos del BCRA, que pasan de remunerados (pases) a no remunerados (BM), producto de la baja de la inflación”. En las últimas horas economistas y analistas cuestionaron la posición del Gobierno nacional de señalar que “no hay emisión monetaria” cuando surgieron informes que señalan lo contrario. Los cuestionamiento se basaron en datos del Informe Monetario Mensual correspondiente del Banco Central (BCRA) donde observaron que la base monetaria registró una expansión nominal de $ 2,2 billones en mayo y se duplicó en el primer semestre comparando con el mismo período del año pasado.

“La cantidad de pesos en circulación aumentó en el primer semestre de 2023, con Massa, un 16%, y un 90% en todo el año. En el de 2024, con Milei, aumentó un 95%. Si quieren descontarle la inflación del primer semestre, aunque es erróneo metodológicamente, pero se las regalo, fue del 80%. Eso de la emisión cero fue un cuento chino”, señaló el economista Roberto Cachanosky.

Si bien no hizo nombres en su posteo, es evidente que Cachanosky resulta uno de los apuntados por Caputo en su descargo.

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