
Operativo Independencia
Nos informa LA GACETA (en su edición del 23/01), que un grupo de militares retirados está organizando una serie de actos para el 8 y 9 de febrero en la provincia de Tucumán, al cumplirse 50 años del inicio del Operativo Independencia. Reivindicar el accionar militar en el Operativo Independencia es reivindicar la Dictadura militar que asoló al país entre 1976/1983 (la peor que padecimos, de las muchas con que las Fuerzas Armadas nacionales pisotearon la Constitución entre los años 1930 y 1983). Sencillamente, porque fue terrorismo de Estado, el que puede llegar a ejecutar un gobierno democrático o uno de facto, actuando por fuera de la propia Constitución y de la Ley. Todo crimen merece nuestro más enérgico repudio y exigencia de Justicia, incluso el asesinato de la hija del Capitán Viola, pero también el robo de cientos de recién nacidos que fueron privados de su propia historia e identidad, tras el asesinato de sus madres. El marco de ilegalidad del Operativo Independencia era tal que la mayoría de los operativos se efectuaban entre las 24 hs y las 5 de la madrugada en casas de familia; o que -de las personas secuestradas, torturadas y desaparecidas - 29% tenían entre 14 y 18 años; 48%, 19 a 24; 20%, 25 a 35 y 3%, 35 o más. Estudiantes, obreros, empleados, profesionales, docentes y amas de casa encabezan los mayores porcentajes de desaparecidos, según actividad. La Honorable Legislatura de Tucumán debe reaccionar mediante los resortes institucionales y repudiar y castigar este tipo de manifestaciones antidemocráticas (que no es la primera vez que sucede: hasta un legislador y actual diputado nacional juró por la memoria de Antonio Bussi, condenado por delitos de lesa humanidad) y nuestros representantes en el Congreso de la Nación, avanzar en una ley contra el negacionismo histórico, como la tienen Alemania y varios países de Europa.
Javier Ernesto Guardia Bosñak
javierucr1970@gmail.com
Faraday... y el avión partió hacia Heathrow
Hace pocos días, el Airbus A 350-1000 de la British Airways se preparaba para un vuelo con destino a Londres en el Aeropuerto de Guarulhos (Sao Paulo, Brasil) cuando un rayo dio de lleno en la cola del avión, estacionado y sin pasajeros a bordo. Los ingenieros revisaron durante varias horas la nave y finalmente se autorizó para que partiera rumbo a Heathrow. El avión soportó el impacto del rayo debido a las características modernas y especiales que permitieron la rápida disipación de la carga eléctrica y también a que en ese sentido el fuselaje metálico operó como si fuera una “jaula de Faraday” distribuyendo la energía en el exterior y minimizando daños internos. ¿Y quién fue este genio llamado Faraday que describió esto y por quién dicen que Einstein tenía gran admiración? Pues bien, este señor llamado Michael Faraday fue un inglés nacido en Newington, al sur de Londres, en 1791 y que creció en una familia de escasos recursos, y si bien no tuvo una educación formal, por su inteligencia él pudo más. Trabajó como ayudante de un librero, y como autodidacta, leyó cuanto libro cayó en sus manos, y después trabajó como ayudante a las órdenes de un químico (H. Davy) quien le permitió investigar. Un buen día, y sin mediar más que su entusiasmo, curiosidad, e inteligencia describió la circularidad electromagnética: Faraday, todo un científico sin título. Un genio incomparable, cristiano devoto, presbítero de vocación descubriendo el electromagnetismo y gracias a él la electricidad se convirtió en una energía útil. Rechazó honores tal como ser nombrado “Caballero del Imperio Británico” ya que su humildad era superlativa: “prefiero seguir siendo simplemente el Señor Faraday”. Cuentan que un día en la Royal Society, y dando una conferencia, le preguntaron para qué servía todo esto de la electricidad y el magnetismo, a lo que él respondió con ironía (a lo Borges): “¿Y para qué sirve un bebé recién nacido?”. Einstein lo consideró tanto que en su despacho exhibía tres retratos: el de Isaac Newton, el de James Maxwell y el de Michael Faraday. El famoso físico neozelandés Ernest Rutherford (Premio Nobel de Química de 1908) declaró acerca de él: “Cuando consideramos la extensión y magnitud de sus descubrimientos e influencia en el progreso de la ciencia y la industria no existen honores que puedan retribuir la memoria de Faraday, uno de los mayores descubridores científicos de todos los tiempos”. Finalmente, el avión del rayo llegó sin inconvenientes al Aeropuerto de Heathrow en Londres: confiando en la tecnología, pero también en el principio de la jaula de Faraday descripta hace tan solo 200 años, por la cual el exceso de carga en un conductor cargado reside solamente en su exterior, sin influencia sobre nada encerrado en ella. Esto fue descripto en 1836 por un inglés genial, sin títulos.
Juan L. Marcotullio
marcotulliojuan@gmail
La sube y los colectivos
Quiero comentar una situación que vivió mi hija con la tarjeta SUBE y el colectivo de la línea 7. El lunes 27 de enero alrededor de las 13 horas, a la salida de su trabajo, como siempre, fue a tomar el 7 O' Connor para regresar a casa. Al subir a la unidad y querer pasar la tarjeta SUBE por el lector se dio con la sorpresa de que tenían solamente el de la tarjeta Ciudadana. Entonces le consultó al chofer cómo iban a resolver el problema a lo que él le sugirió que le pida a algún pasajero que le “pase la Ciudadana” (SIC). Mi hija no estuvo de acuerdo con esa opción y decidió bajarse, no sin antes preguntarle por qué no tenían lector de SUBE en el ómnibus, a lo que él le respondió que porque la unidad era nueva. En fin… Dos consideraciones a tener en cuenta: la primera, mi hija lamentó haberse bajado de la unidad porque consideró que el chofer era quien debería haberle resuelto el tema de la tarjeta, permitiéndole viajar de todos modos aunque fuese gratis (no es responsabilidad de ella que la unidad no cuente con lectora de tarjeta SUBE). Segunda consideración: si la unidad es nueva con más razón tiene que contar con los lectores de las dos tarjetas, sobre todo el de la más nueva. Eso le ocurrió a mi hija ese día, sin agregar otras irregularidades como que no te dejan pasar por el lector dos veces la Tarjeta SUBE. Es decir: si vas acompañada por un menor, éste tiene que tener también su tarjeta SUBE. Ah, pero con la Ciudadana, ¿te la puede pasar o prestar cualquier pasajero? y en algunos quioscos te cobran recargo por cargar la SUBE. Aclaro que mi hija también hizo los reclamos correspondientes en Atención al Ciudadano de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, esperando una solución a estas irregularidades. Conclusión: mi hija estaba en lo legal y la empresa de ómnibus en lo ilegal.
Susana Mirta Muzzo
lucrecialevalle@gmail.com