Legumbres: opción económica y saludable

En el NOA -y en Tucumán, en particular- se siembra una importante cantidad de hectáreas de legumbres. Estas representan una alternativa para los agricultores cuando el clima no ayuda para soja o maíz. Todo lo que se produce se exporta; pero se debería incentivar el mercado interno, con campañas que destaquen los múltiples beneficios de este alimento para la salud.

Legumbres: opción económica y saludable

A pesar de las actuales condiciones climáticas en el NOA, que incluyen esquivas precipitaciones, el cultivo de porotos es una alternativa válida a la hora de decidir qué sembrar cuando pasaron las fechas de las sojas y del maíz.

El hombre de campo espera más lluvias, ya que aún existe la posibilidad de sembrar porotos en su campo y lograr trabajar en un año que está siendo muy difícil para el productor de granos de la región.

El 10 de febrero se celebró el Día Mundial de las Legumbres, fecha creada por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas A/RES/73/251, del 20 de diciembre de 2018. Con este homenaje se afirma la necesidad de seguir generando una conciencia colectiva en torno de los beneficios para la salud que conlleva el consumo de este tipo de alimento, y la necesidad de seguir divulgando el objetivo de una agricultura sostenible.

En diferentes partes del mundo, los dirigentes agropecuarios vinculados a la producción de legumbres indican que hay que celebrar este día con la idea de reconocer la contribución de las legumbres en los sistemas agroalimentarios y en el ambiente.

Las legumbres son semillas comestibles de las plantas leguminosas que se cosechan para ser consumidas. Algunos ejemplos de legumbres son los porotos de diverso tipo, lentejas y garbanzos, presentes en distintas gastronomías del mundo.

Cabe subrayar que el poroto, principal legumbre cultivada en la región NOA, representa una alternativa para los agricultores, en caso de que el clima no ayude para la siembra de soja y de maíz, como viene pasando en esta campaña. La realidad indica que la siembra de porotos en la región es un hecho, y lo demuestra la importante superficie sembrada en campañas pasadas.

Haciendo un poco de historia, las legumbres tienen una gran tradición como cultivo de subsistencia. En los Valles Calchaquíes se empezó a desarrollar 1.000 años antes de Cristo (AC).

La bibliografía indica que su importancia económica y su distribución como cultivo comienza a inicios del siglo XX, con la llegada de los primeros colonos españoles, quienes trajeron los primeros porotos blancos alubias y se instalaron en las zona de Rosario de la Frontera, de Metán (Salta) y de Trancas (Tucumán).

En nuestra provincia se siembran entre 15.000 y 20.000 hectáreas -fundamentalmente, poroto negro-, según los años y cómo se presente el mercado. Y la mayoría de las siembras que se realizan en el límite con Santiago del Estero, Salta y Catamarca pertenecen a productores tucumanos. Este cultivo es una alternativa válida para la región; no obstante, como toda su producción se exporta y el consumo interno es muy bajo (200 gramos por persona y por año) sería importante incentivar su consumo.

Hallar nichos

Actualmente, el sector busca poder producir las legumbres demandadas por los países que consumen este producto de manera tradicional; y debido a ello continúa trabajando para hallar nichos interesantes.

Pero a la vez, deberían buscar la forma de alentar el consumo de porotos en el país. Sobre todo porque se trata de un alimento altamente proteico y relativamente barato, comparado con el consumo de otras proteínas que también se producen en Argentina.

Los trabajos de investigación para dotar al productor de las mejores herramientas para producir más y mejor están al alcance de su mano, mediante los trabajos de las instituciones de investigación como la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y de trabajos llevados adelante con el sector privado.

Es real que el mercado mundial que consume legumbres es más que interesante para el sector productivo. Pero el consumidor argentino debería conocer más las bondades de consumir legumbres, no solo por ampliar la gama de alimentos a consumir sino también por los beneficios que trae al ser humano.

Poco se hace para difundir las bondades de las legumbres. Los porotos de diverso tipo, color y forma, garbanzo, lentejas y el mungo, entre otros, son muy ricas en proteínas, con un porcentaje igual o superior a la carne vacuna.

Consumir legumbres tiene sus bondades, pero el consumidor argentino poco o nada conoce. Se debería trabajar en esta dirección y generar campañas para que se conozcan sus propiedades. La alimentación sana es una tendencia global; y habría que aprovecharla.

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