El ordeñe en Tafí del Valle: un legado que persiste

José Oscar Pastrana es el guardián de una tradición familiar y revive el oficio preservando las costumbres que marcaron su infancia.

CONEXIÓN. Las vacas en su corral con la ciudad de fondo reflejan la convivencia entre las costumbres rurales y la modernidad de los Valles. CONEXIÓN. Las vacas en su corral con la ciudad de fondo reflejan la convivencia entre las costumbres rurales y la modernidad de los Valles.
17 Febrero 2025

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En el corazón de Tafí del Valle José Oscar Pastrana mantiene vivo el oficio que marcó su infancia, preservando costumbres que hoy están en riesgo de desaparecer.

“Mi familia siempre se dedicó a la ganadería. Desde que era chico continuamente era lo mismo: cuidar los animales, ordeñar, producir”, contó a LA GACETA José, quien sigue fiel a una tradición que comenzó en su hogar hace más de medio siglo.

Sus palabras, directas y claras, reflejan la identidad de un valle donde la ganadería y la agricultura siguen siendo el alma de la comunidad.

A unos 10 minutos de la villa, en el barrio Los Huancos, Pastrana lleva más de 15 años dedicando sus días al ordeñe y la producción de quesos tafinistos. Criado entre vacas y caballos su vida estuvo marcada por el trabajo de campo. En consideración de él, esta labor no funciona solo como un medio de vida, sino que se trata de una tradición que define su identidad.

“A mí me enseñaron que aunque llueva o haga frío siempre hay que ir a ordeñar”, explicó José, quien recuerda con cariño la tarea cotidiana como un ritual familiar. No lo entendía como un trabajo, sino como una necesidad.

Hoy sus vacas son parte de su emprendimiento, que cuenta con 15 animales en producción. Tiene razas criollas, jersey y pardas. La vaca más vieja tiene 18 años y la más joven solo 15 días. La relación con los animales es clave en su vida. “Tenía una vaca que se llamaba Nancy. Le decía ‘vení, dame un beso’, y venía. Con ella ganábamos apuestas, tenía algo especial”, dijo, como quien habla de una vieja amiga.

Los desafíos del campo

Aunque el clima no siempre acompaña y las sequías afectan la producción de leche, José sigue adelante.

Cada mañana a las 6 comienza su jornada. “Es difícil, porque no siempre se junta toda la leche que queremos. La falta de lluvia hoy es un problema para todos los lugareños”, explicó, con la tranquilidad de quien aprendió a lidiar con las dificultades del campo.

De la leche que produce José vende quesos y, ocasionalmente, manteca y dulce de leche. También reparte leche a domicilio. “La gente que se crió tomando leche de vaca te pide mucho”, comentó.

La llegada de nuevos pobladores a Tafí del Valle ha cambiado la dinámica del lugar. “Hoy somos todos iguales”, reflexionó. Sin embargo, a pesar del paso del tiempo y de los cambios él sigue con su tarea. (Producción periodística: María del Carmen Garzón Príncipi).

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