El Presidente admitió: “No estaba informado”. Más sincero hubiera sido decir “la recomendé sin tener el menor conocimiento en monedas virtuales”. La realidad es que al mandatario argentino no le preocupa “mejorar las fuentes de trabajo”. La situación económica de las pequeñas y medianas empresas (PyMES) es grave. En el año 2024 (informe de Industriales PyMES argentinos), cerraron sus puertas alrededor de 10.000 establecimientos. El Estado debería colaborar elaborando una reforma tributaria que disminuya la alta presión impositiva que las mismas soportan. Pero a nuestro magistrado parece no importarle la industria nacional. Dedica su valioso tiempo a las redes sociales, donde recomienda invertir en un proyecto privado, de muy dudoso origen, que supuestamente está dedicado a incentivar el crecimiento de la economía argentina. Dicha recomendación terminó igual que el “esquema Ponzi”: los avivados que primero invirtieron son los que ganaron millones de dólares. Todos los demás perdieron gran parte de su capital. Javier Milei vuelve a equivocar el camino. En vez de pedir disculpas por el fallido anuncio, arremetió contra la clase política, tratándolos, como otras veces, de ratas inmundas.
Hugo Modesto Izurdiaga
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