El asesor en asuntos azucareros e historiador Horacio Ibarreche trazó un sombrío panorama de la situación del mercado del azúcar y sugirió la sanción de una ley que ayude a administrar la sobreoferta de azúcar que puede producirse este año. Su inquietud se inscribe de modo singular en las previsiones que comienza a tener el ambiente, a menos de tres meses del comienzo de la zafra.
El experto advierte que los precios del producto están estancados y bajos. “Urge encarar renovados cursos de acción para evitar males mayores. El destruido precio actual de $ 24.000 la bolsa, que resulta inferior a valor nominal al de hace un año y medio, encontrará severas dificultades de recuperación si nada se hace, dado que el próximo ciclo productivo anticipa una gran sobreoferta de azúcares”, dijo. Se estima, según explicó, una producción de 1,95 millones de toneladas, más las 790.000 del norte y las 260.000 del “carry-over “ al 31 de mayo (azúcares en existencia de la zafra anterior), pueden hacer llegar la cifra final a unos 3 millones las toneladas disponibles.
Normalmente los referentes del mundo azucarero hacen previsiones antes de la zafra o durante su desenvolvimiento, a partir de los datos de la realidad. Hace un año el titular de la compañía Los Balcanes decía que el tema central era qué hacer con los excedentes y decía que se debía hacer todo el alcohol y las exportaciones que correspondiesen. También pedía que hubiere coordinación entre los distintos factores del mercado, sin olvidar que la producción de biocombustible depende de factores ajenos a la provincia. “Sería positiva una mesa de cañeros e industriales que sea seria y confiable para sostener esos compromisos, donde a través del diálogo se puedan corregir las dificultades”, explicaba, y sentenciaba: “ya no va más” la creencia de que el equilibrio “puede llegar con las heladas”.
Lo mismo advierte el experto Ibarreche: “apostar a que la madre naturaleza contribuya vía heladas a una disminución de los stocks es jugar a los dados. Cabe entonces buscar una solución a la superproducción que se viene dado que destruirá los precios actuales y futuros”. Recordó las nefastas experiencias que a lo largo de más de un siglo han dejado los casos de superproducción: la crisis de 1895, que determinó el cierre de decenas de ingenios; la de 1902, que llevó al dictado de las ‘leyes Machete’, que culminaron con el descepe de muchos cañaverales; y la de 1965, que contribuyó al cierre posterior de ingenios en 1966 y 1967 con el éxodo de más de 200.000 tucumanos.
Ibarreche propone, entre otras cosas, establecer un mecanismo de emergencia solo para la zafra 2025: crear un fondo exportador que asegure exportaciones por 1 millón de toneladas y al cual queden comprometidos todos los actores; también una ley “que le dé sentido al consenso voluntario de exportación que los actores propongan y acepten cumplir”. La advertencia está echada y debería ser receptada por el mundo azucarero, con el fin de preocuparse y actuar en estos meses previos a la zafra, a fin de hallar la forma de aventar los riesgos.