
La familia argentina secuestrada y asesinada por Hamas vive hoy horas difíciles. Pasaron 500 días para que los cuerpos de Shiri y de sus hijos Ariel y Kfir fueran entregados a las autoridades israelíes. Esto se dio en el marco de la primera fase de los acuerdos por el conflicto en la Franja de Gaza. El único sobreviviente de la familia es Yarden, padre de los chicos y pareja de la mujer asesinada, quien había sido liberado el primer día de febrero.
Los terroristas de Hamas irrumpieron en territorio israelí a sangre y fuego el 7 de octubre de 2023. Aquellas incursiones en camionetas o motos causaron decenas de muertos en los kibutz cercanos a la frontera de la Franja de Gaza.
Aquel día rompieron el alambrado con topadoras y en forma coordinada recorrieron pocos kilómetros para matar y secuestrar civiles e incendiar casas. De todos los secuestrados hay un caso que impactó con mayor crudeza. Fue el caso de la familia tomada cautiva en la que se incluyen un niño de 5 años de nombre Ariel y otro de apenas 9 meses, en ese momento, llamado Kfir.
Los niños fueron capturados junto a sus padres Shiri Silberman y Yarden. Conformaban la familia Bibas, un reflejo global del salvajismo del grupo terrorista.
Una familia de artistas
Cuando la familia fue secuestrada por las fuerzas de Hamas apareció un video que fue grabado por los propios terroristas y subido a las redes sociales. Allí se veía a la mujer desesperada con dos niños pelirrojos en brazos. Los Silberman ya venían de familia de artistas. El papá de José Luis se dedicó a la música, fue director de orquesta y hasta con un seudónimo compuso la mayoría de los temas del programa Titanes en el Ring de Martín Karadagian. Así, la melodía que acompañaba el ingreso de la Momia y otros personajes fueron creadas por el padre de Silberman.
Allí comenzó con el trabajo cooperativo en el Kibutz y pudo empaparse de una vida en comunidad más cercana a sus ideales socialistas.
En tanto que el joven José Luis trabajaba en el campo del kibutz y se desarrollaba como artista en una de las viviendas cooperativas de Nir Oz. Conoció a una joven peruana, Marguit Schneider. Se casaron y tuvieron dos hijas Dana y Shiri. Las chicas crecieron en el kibutz. Shiri se dedicó a la educación. Desde las aulas intentó siempre integrar a los jóvenes palestinos que muchas veces cruzaban la frontera para trabajar cerca de su casa del kibutz.
La casa de José Luis queda justo en la entrada del kibutz. La de Shiri más en la parte interior del complejo de viviendas. Ese día, José Luis recibió la alarma de bombardeo por el ataque con misiles desde la Franja de Gaza.
En aquel momento se comunicó con Dana, que vive en Tel Aviv. Hasta ahí, se mantenía la extraña normalidad de los kibutz del sur de Israel que constantemente veían explotar en el cielo los cohetes de Hamas derribados por el escudo de defensa. Dana, como siempre sucedía en esos casos, le escribió a su papá. El hombre contestó que era un ataque más. Pero luego el teléfono se apagó para siempre.
Una conmoción en todo el mundo
Las imágenes de angustia de Shiri y sus dos hijos conmovieron a organizaciones de derechos humanos, gobiernos e instituciones tanto en Israel como alrededor del mundo. Los retratos de Ariel y Kfir se usaron con frecuencia en las campañas de quienes pedían al gobierno de Israel que detuviera los operativos en Gaza para permitir su liberación.
Los organismos como Human Rights Watch criticaron la medida de Hamás de tomar y mantener rehenes como herramienta de negociación para presionar por la liberación de presos palestinos en Israel.