TENSIÓN. La organización del operativo para que la gente pueda acceder a la tarjeta Independencia generó malestar. La Gaceta / fotos de Analía Jaramillo
Pese a las quejas de pasajeros -en especial, de aquellos que todavía conservaban saldo a favor para más viajes-, la tarjeta Ciudadana dejó de estar operativa ayer, sin posibilidades de prórrogas. ¿Cuáles son las tarjetas que quedan vigentes en Tucumán y en qué líneas se las puede usar?
Desde el jueves 1 de mayo, el único plástico válido para viajar en el ámbito urbano (es decir, las líneas 1 a la 19) es la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), confirmó la Capital. Además, se puede abonar el boleto a través del celular, gracias a la app SUBE Digital (desarrollada por Nación Servicios). Y se está capacitando a los choferes de las líneas urbanas para que, en el corto plazo, puedan cobrar el pasaje a través de tarjetas de débito o de crédito, tanto en formato físico como en versión digital.
A su vez, el servicio de transporte público del interior también afronta cambios, con la puesta en funcionamiento de la tarjeta Independencia (líneas 100 a la 143), y el anuncio de que también se podrá abonar el boleto con el celular. Además, por un plazo indefinido la tarjeta Metropolitana se mantendrá operativa para estos recorridos, y quienes dispongan de este plástico no deberán conseguir un ejemplar de la Independencia para seguir viajando.
Voces en el complejo
Pero la convivencia de los distintos sistemas de pago generó confusión entre la población. Y esto se potenció con el operativo de tres días -lunes, martes y miércoles- organizado por Aetat y Metropolitana SA para canjear tarjetas Ciudadana por ejemplares de la Independencia.
En la segunda jornada, los organizadores se quedaron sin stock, y decidieron sumar otros 3.000 plásticos. Sin embargo, no evitaron los cuestionamientos.
“Esta tarjeta (por la Ciudadana) andaba bien en el colectivo, no sé qué invento quieren hacer. ¿Por qué quieren hacer plata con gente? No hay necesidad; y ahora tengo que venir aquí mendigando para que me la cambien”, dijo Juan Manuel Barrera Ponce, quien concurrió dos veces al Complejo Belgrano para poder acceder al canje. El trabajador informal advirtió que carece de sentido “gastar plata de mi bolsillo si yo ya había gastado en una tarjeta -la Ciudadana- y andaba bien”. Y rechazó que el cambio en el sistema de pago pueda redundar en un mejor servicio. “El colectivo no llega cuando tiene que llegar y va a pasar toda la vida lo mismo. No es porque yo tenga una tarjeta o no. A ellos les sirve, a mí no; a mí me sirve que el colectivo venga y esté en frente de mí”, planteó con indignación.
En el Complejo había cerca de 300 personas congregadas en la última jornada. Se había definido el martes que, como extra, se otorgarían 3.000 tarjetas más únicamente a quienes hubieran recibido un número de orden. Pero algunos usuarios no estaban enterados, y otros asistieron “por las dudas” se decida otorgar más tarjetas por la alta demanda.
Débora Figueroa, trabajadora social que intentaba conseguir un plástico, reclamó que los directivos hacían pasar a “conocidos”. “Hay gente jubilada en ayuno haciendo fila. Lo que está pasando es culpa del Gobierno, ¿que ellos no tienen la logística para saber cuántas tarjetas se necesitan?”, señaló.
EN LA CAPITAL. Desde ayer, la única tarjeta válida para viajar es la SUBE.
Margarita, una mujer de 87 años que se sostenía con un bastón, no ocultó su enojo. “Vine ayer (martes) a hacer fila a las 8 de la mañana; me dijeron ‘ya no hay tarjeta, retírese, vuelva mañana’ y me retiré. Vuelvo hoy (miércoles) y me doy con la novedad que ayer habían otorgado números, pero yo no sabía porque no me dijeron, entonces no tengo número”, explicó.
Víctor Santillán cuestionó los cambios dispuestos en la forma de pago. “¿Para qué van a cambiar la Ciudadana? Tener una tarjeta para una línea, otra tarjeta para otra línea. Yo creo que tendrían que dejar la Ciudadana. Hay mucha gente que ha cargado saldo y ahora, ¿quién se lo come al saldo ese?”, objetó.
Verónica planteó frente a las cámaras de LG Play que la situación era un síntoma de los tiempos que se viven. “Esta es la realidad, para el presidente (Javier Milei). Ya no hay tarjetas y la gente se queda. Si la gente tuviese para comprar la tarjeta, no estaría así. Necesitan los $3.000. No nos interesa comprar dólares; queremos lo básico, una tarjeta”, dijo.
Respuesta del Gobierno
En el Complejo Belgrano, Vicente Nicastro, secretario de Transporte y Seguridad Vial de la Provincia, dijo que se había comunicado con claridad el límite de 3.000 tarjetas extra, sólo para personas con número de orden. “Se pidió a la gente que no venga si no tiene número. Hay muchas personas que no escucharon la comunicación o que, al margen de eso, optaron por venir. Pero la disponibilidad de los números de las tarjetas que quedan se están otorgando”, dijo. Y advirtió que también se había comunicado con antelación sobre la fecha de caducidad de la Ciudadana. Además, Nicastro descartó que haya existido falta de previsión a la hora de informar a la ciudadanía. “Acá se anunció la posibilidad de entregar 20.000 tarjetas y se dijo que se haría durante tres días pensando que podía atenderse a 7.000 personas por jornada. Pero por el contrario, por haber atendido en forma ágil y rápida, se atendió a más gente y el cupo terminó antes de lo estimado”, finalizó.






















