Manuel Alberto Zárate
Manuel Alberto Zárate (24 años) fue visto por última vez el sábado 22 de marzo. Ese dato surgió de las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad que lo registraron apoderándose de elementos de una vivienda de esa ciudad. Después no se supo nada de él. Desde hace más de tres meses que las autoridades realizan una infructuosa búsqueda sin resultado alguno. Sobre su desaparición hay numerosas hipótesis y todas llevan al oscuro camino de las drogas.
“Chuky” estaba en situación de calle desde hace bastante tiempo. Como ocurre en muchos casos, abandona a su familia para poder seguir drogándose. Los vecinos de Aguilares y fuentes policiales confirmaron que siempre era denunciado por cometer hurtos menores. Pero durante la primera semana habría cometido un ilícito que superó todos los límites.
Según las versiones de los habitantes de la “Ciudad de las Avenidas” podría haber amenazado con un cuchillo a la hija del líder de una red de narcomenudeo para quitarle el celular. Zárate, siempre de acuerdo a esa línea, se habría dirigido a un “quiosco” de esa organización para canjearlo por droga. “Dice la gente que estaba ido y por eso no se dio cuenta de nada”, relató Hugo Campos, habitante de esa ciudad.
“En esta ciudad hay muchos chicos que están perdidos por la droga. Se pasan el día buscando la manera de conseguir droga. Los más recatados hacen changuitas o salen a pedir, pero a los más enfermos no les importa nada. Salen directamente a robar. Son un peligro”, indicó Fernadan Martínez.
Esa línea de investigación sugiere que el transa, al haberse enterado de lo que le había pasado a su hija, ordenó buscar a “Chuky” para hacer justicia por mano propia y enviar un mensaje de que nadie podía tocar a los miembros de esa familia. Esta hipótesis sostiene que el joven fue víctima de un homicidio. Pero hay otro detalle.
Dentro de esa teoría hay un indicio de que policías podrían haber colaborado para ocultar el cuerpo de Zárate. Sin embargo, la fiscala Mónica García de Targa no encontró indicios para sostener esa versión. Realizó varias medidas, pero ninguna de ellas sirvió para sospechar la participación de uniformados en el caso.
Esperanza
La familia de Zárate mantiene viva la esperanza de que por temor haya decidido ocultarse en alguna otra localidad para evitar sufrir algún tipo de represalia. La Policía sigue realizando allanamientos en los parajes donde surge algún indicio de que podría encontrarse ahí. Sin embargo, todos los procedimientos dieron resultados negativos.
Desde la desaparición de “Chuky”, sus familiares realizaron varias protestas en el Centro Judicial de Concepción y en la ciudad de Aguilares para exigir que se intensifiquen las tareas para que pueda ser encontrado. “La madre es una mujer trabajadora que tuvo la desgracia que su hijo cayera en el consumo. Ella buscó durante mucho tiempo ayuda, pero nadie se la dio. Hoy estamos hablando de que podría haber sido víctima de un crimen. Eso es lo que pasa en nuestro Aguilares querido. Aquí ni con los tanques del Ejército se podrá poner en orden en poco tiempo”, sostuvo Eloísa Guerra





















