Jueves sin sobresaltos: el dólar "blue" y el oficial cerraron estables

La divisa informal cotizó a $1.210 para la venta en la city. En tanto, los dólares financieros subieron por segunda rueda consecutiva.

Jueves sin sobresaltos: el dólar blue y el oficial cerraron estables
26 Junio 2025

Una jornada relativamente tranquila se vivió en el mercado cambiario este jueves 26 de junio. Según un relevamiento de LA GAETA, el dólar "blue" operó sin cambios al finalizar a $1.210 para la venta y a $1.190 para la compra en la city tucumana.

Así, el dólar informal acumula una baja de $165 desde la implementación del nuevo esquema cambiario de la administación de Javier Milei, el pasado 14 de abril.

El dólar oficial también cotizó sin alteraciones respecto a la rueda anterior. De acuerdo a las pantallas del Banco Nación (BNA), la divisa se vendió a $1.205 y a $1.155 para la compra.

Por su parte, los dólares financieros cotizaron nuevamente con subas. El Contado con Liquidación (CCL) —instrumento utilizado para transferir divisas al exterior— trepó 0,31% y cerró en $1.206,80. En cambio, el dólar MEP, que permite dolarizarse legalmente dentro del país sin pasar por el cepo, saltó 0,17% y se ubicó en $1.198,43.

¿Por qué la economía del tercer trimestre es clave para Milei?

El tercer trimestre es vital para las aspiraciones políticas, institucionales y económicas de la gestión del presidente Javier Milei. ¿La razón? El comportamiento de las variables económicas del período julio a septiembre puede ser fundamental para el humor del electorado, previo a las elecciones de medio turno del 26 de octubre. Y, en este aspecto, hay tres resultados que pueden incidir en el comportamiento electoral de la sociedad: la inflación, el consumo y el dólar.

Según la economista de Cohen Aliados Financieros, Milagros Gismondi, el Gobierno apuesta a que se mantenga la relativa calma que caracterizó al segundo trimestre: inflación en descenso, una actividad económica en recuperación -aunque a un ritmo más moderado-, un tipo de cambio contenido dentro de la banda cambiaria y un mayor financiamiento externo que permita cubrir el déficit de cuenta corriente, en particular considerando que ya no se contará con el fuerte ingreso de divisas del agro. “El objetivo es transitar hacia las elecciones de medio término sin sobresaltos, lo que permitiría, con un triunfo contundente, una compresión del riesgo país que facilite el regreso al mercado internacional de capitales mediante colocaciones de deuda en moneda dura”, explica la analista.

Sin embargo, así como sostener ese esquema puede ser un trampolín hacia un resultado favorable en las urnas, del mismo modo acechan algunos riesgos. ¿Cuáles pueden ser? Gismondi los detalla:

- Una profundización de la crisis internacional que encarezca el costo del capital o incluso revierta los flujos hacia países emergentes.

- Que una tensión cambiaria se adelante a los comicios y los agentes comiencen a anticipar una depreciación del tipo de cambio, lo que pondría presión sobre la inflación en la previa electoral.

- Por último, aunque con menor probabilidad de materialización y menor impacto electoral, persiste el riesgo de que la debilidad de la actividad económica -especialmente del empleo- se transforme en un foco de descontento social que condicione el desempeño electoral de la oficialista La Libertad Avanza.

En función del mediano plazo, se necesita llevar la prima de riesgo país por debajo de los 500 puntos y, si con los resultados electorales de setiembre y octubre no alcanza, habrá que pensar en un “Plan B”, advierte, por su parte, el economista Jorge Vasconcelos, de la Fundación Mediterránea.

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