Los “toros gordos” arriesgan su fertilidad

El médico veterinario Carlos Munar presentó esta anécdota, en 2004, durante una Jornada “Brangus en vivo”.

“Una vez un joven criador paseaba con su abuelo ciego por una exposición de animales. En un momento se paran frente a un toro y el joven con entusiasmo exclama¡ Qué torazo!, y el abuelo le comenta, ¡sí, pero está muy gordo! Y el joven, sorprendido, le pregunta: ¿Cómo sabes? y el anciano serenamente contesta: ¡Para los criadores, el toro lindo nunca está flaco!.

Por eso, el jurado y el público, frente a dos reproductores de características similares, premiará al de mayor volumen con el argumento de mayor potencial de desarrollo para privilegiar, en realidad, una mayor preparación y presentación del producto.

El tema es motivo de debate cada vez que se hace un concurso ganadero en cualquier parte de la Argentina. Por eso, resulta oportuno presentar el informe que desarrolló el ingeniero zootecnista Juan Carlos Cisint, docente de la UNT y consultor ganadero.

“Los toros presentados en las exposiciones y también en muchos remates, en general, nunca son animales en buena ‘condición corporal’ (CC), considerando buena desde el punto de vista funcional, valores entre 5 y 7 (escala de 1 a 9). Los reproductores son presentados en las competencias y remates con CC 8 y 9”.

“Una parte importante del mercado premia los toros en CC 8 y 9. En los remates y exposiciones, los toros tienen que estar ‘gordos’ para que el público diga que los animales estaban bien presentados o preparados. En caso de que los toros sean expuestos a la venta en CC 6 y 7, se dice que los toros estaban ‘flacos’. Estos toros en CC 6 y 7 dan semen de buena calidad, tienen toda su capacidad de servicio inmediatamente y mayores posibilidades de una prolongada vida útil”.

“El comprador de toros gordos (centros de inseminación, cabañas, etc.), encuentra que los animales necesitan bajar de peso para alcanzar un buen desempeño reproductivo, buena calidad seminal, estado atlético y líbido”.

“Esto insume tiempo y tiene sus costos. Por un lado, el dueño de los toros se excedió en los gastos de alimentación y, por otro lado, el criador comercial pagó por kilos que no solo no utilizará, sino que además perjudican la performance reproductiva del toro”.

“Mientras los criadores comerciales y los jurados premien los toros gordos, los cabañeros van a seguir alimentando los toros con dietas con exceso de energía, tratando de obtener el máximo desarrollo y grado de terminación, con un CC mayor a 8, con riesgo de limitar fertilidad y longevidad.

Posibles efectos de dietas altamente energéticas buscando y logrando toros de CC 8 y 9:

- Acidosis ruminal, clínica o subclínica;

- Lesiones hepáticas, abscesos: perturba el metabolismo general;

- Laminitis: deformación de las pesuñas, por exceso de carbohidratos en la ración, y también por falta de fibra efectiva, cambios bruscos de alimentación y estrés;

- Patologías Articulares: son frecuentes debido a una mala adaptación del toro para el sobrepeso;

- Depósito de grasa escrotal: afecta la termorregulación testicular y la normal espermatogénesis. La temperatura del testículo debe estar 2°C o 3°C por debajo de la temperatura corporal, para que se produzca la espermatogénesis (si tenemos mucha grasa en los testículos esto será improbable). La espermatogénesis dura entre 45 y 60 días (tiempo que se necesita para que se forme un espermatozoide); entonces, un toro necesita un tiempo para bajar la grasa testicular y un tiempo por la espermatogénesis;

- Exceso de peso: genera impotencia copulatoria, dolores esqueléticos y pezuñas debilitadas por secuelas de laminitis, menor capacidad de desplazamiento (disminuye su capacidad de búsqueda de las vacas en celo en el potrero), mayor peso sobre los garrones en el acto de monta;

- Disminución de la líbido: por la combinación de todos los efectos mencionados.