El agro se desprende de la soja, pero pide otro dólar diferencial

Advierten que el problema de fondo es el atraso cambiario

Los productores sojeros admiten que el sistema de liquidación que reconoce un dólar a $ 200 es más tentador que el anterior, pero advierten que, mientras más volumen se negocie, mayor puede ser el riesgo de que el valor de mercado de la oleaginosa baje. De hecho, ayer se observó esa situación en Chicago, donde los contratos de septiembre de la soja cayeron U$S 7,53 hasta los U$S 547,48 la tonelada, aunque se apreciaron los precios del maíz y del trigo. En Tucumán, algunos productores consultados por LA GACETA indicaron que se registraron operaciones de la producción que fue entregada en acopio a los operadores y por el que suelen abonar un servicio de guarda. “Es una operatoria corta, que vence el 30 de este mes, y varios han dado mandato para liquidar ante el temor de que el precio baje”, manifestó un productor. No obstante, admite que, luego de esa operación, surge otra cuestión: ¿qué se hace con los pesos?

En un reciente informe, el analista Salvador Di Stefano dijo que “el hombre de campo va a medir cómo evolucionan los precios. Hoy con un valor de $ 52.127 por tonelada demora la venta, si va a recibir $ 75.000 va a vender, pero si la oferta es abundante y ese valor baja a niveles de $ 65.000 por tonelada, no va a vender y esperará a futuro ver qué sucede”.

“El dólar soja a $ 200 es una inconsistencia total, un mamarracho, que tendrá como resultado más inflación por la suba del trigo y el maíz, como también un aumento considerable en los pasivos monetarios del Banco Central por una mayor emisión de letras. Esto último traerá como resultado una suba de los dólares alternativos. Dólar rumbo a $ 400 para fin de año”, acotó el economista. También consideró que no es oportuno captar dólares de la exportación de soja a $ 200 para luego vendérselos a los importadores a $ 140 por unidad.

El Ministerio de Economía, a cargo de Sergio Massa, ha confirmado que esta semana se logrará el ingreso de U$S 1.000 millones por el “dólar soja”. De acuerdo con los datos publicados por la Secretaría de Agricultura de la Nación, el lunes se produjeron operaciones por $ 73.000 la tonelada y ayer el promedio pagado estuvo más cerca de los $ 70.000. Si se registraron operaciones por menos de 50 toneladas, también se observaron grandes contratos, desde las 5.000 a las 10.000 toneladas, que cuentan con capacidad financiera de almacenar los granos en silo bolsas.

El lunes último, las ventas de soja alcanzaron su mayor nivel desde 2017, y en los dos primeros días de la operatoria llegó a cerca de 1,75 millón de toneladas por un valor cercano a los U$S 650 millones, según estimaciones oficiales.

Tanto el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga, como el consultor Arquímedes Carrizo, coincidieron ayer en afirmar que el dólar soja constituye un parche, pero no es una medida de fondo que contribuya a mejorar al mercado agroexportador. Además, indicaron que el problema de fondo es la brecha cambiaria que impide el desarrollo de las economías regionales que, a su vez, necesita de un dólar diferencia para ser más competitivas.

“Es un despropósito. Ahora vuelven a manotear al campo, pero no atacan el verdadero problema que la brecha cambiaria. En muchos casos, la proteína de soja es un alimento insustituible que encarece otras producciones”, indicó Murga a LA GACETA. “¿Cómo haces para desarrollar las economías regionales que se mueven a otros precios? Al que exporta soja le reconocen un dólar a $ 200, pero el que hace frutillas, arándanos o limón sólo $ 140”, comparó. En ese aspecto, el ruralista señala que, antes que medidas de coyuntura, el campo necesita un verdadero plan a largo plazo.

La desigualdad de las economías regionales frente a la soja, por ejemplo, también fue analizada por Carrizo. Según el consultor, el gran problema es la brecha cambiaria que no es más que el resultado de las políticas fiscales equivocadas. “El atraso cambiario lleva a que las producciones exportables de esta parte de país sean pagadas a casi la mitad de su valor de mercado. En otras palabras, el interior del país termina subsidiando a la zona núcleo de Buenos Aires, con alimentos baratos”, señaló a nuestro diario. Carrizo puntualizó que en materia de granos, Tucumán está un tercio por debajo de su potencial productivo porque no hay incentivos para generar más aún cuando los precios internacionales son elevados.

Nuevo sistema

Mediante el nuevo sistema, se le reconocerá un dólar a $ 200 a los productores sojeros, equivalente a “retenciones cero”.

La medida regirá hasta el 30 y Massa dijo que al productor se le reconocerá un precio de pizarra de entre $70.000 y $75.000 la tonelada.

El esquema, vigente solo para el complejo soja, representará un esfuerzo fiscal de alrededor de $ 600.000 millones, según cálculos oficiales.

BCRA: compra de divisas

El dólar blue repuntó $ 6, hasta los $ 276. Además, subieron levemente los tipo de cambio financieros y el Banco Central compró U$S 140 millones tras el lanzamiento del nuevo esquema de dólar para exportaciones sojeras. Las compras fueron posibles debido al ingreso de divisas del agro. El Central sumó compras netas en el año por U$S 173 millones, que equivalen al 2,5% del saldo neto a favor en el mismo lapso del año pasado, de unos U$S 6.851 millones.

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