El crimen del policía Lazarte: tres homicidios en un área de 10 cuadras 

El joven estaba de civil y no tenía arma, como tampoco la tienen los 500 nuevos efectivos.

OTRO CRIMEN. Hace una semana, a pocas cuadras de la casa de Lazarte, asesinaron al policía Sánchez. OTRO CRIMEN. Hace una semana, a pocas cuadras de la casa de Lazarte, asesinaron al policía Sánchez. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO

Los vecinos la llaman directamente la zona de la muerte. Es un área de no más de 10 cuadras. En menos de cinco meses, tres personas fueron asesinadas en situación de robo de motos y una tercera perdió la visión de un ojo por el ataque que sufrió. Lo impactante de este número es que tres de las cuatro víctimas fueron policías.

El agente Víctor Emanuel Lazarte salía de su casa de avenida Silvano Bores al 1.100. Fue sorprendido por dos jóvenes que pretendían quitarle la moto que usaba para trasladarse. Según las primeras versiones, habría intentado resistirse. Los delincuentes dispararon varias veces. La autopsia determinará si fue uno, dos o tres. Lo único cierto es que la víctima estaba de civil y no tenía arma, como tampoco la tienen los 500 nuevos efectivos, que fueron incorporados a la fuerza recientemente.

Ahora bien: ¿Todos los uniformados cargan sus armas cuando están de franco? “Tratamos de hacerlo porque es nuestra salvación. Nuestra condición nos obliga a intervenir siempre y, por eso, es importante tenerla. Pero hay situaciones que no dan. Si voy a bailar o a jugar al fútbol, no da”, dijo Juan, un agente de Guardia Urbana, que pidió que su nombre no se difundiera para no ser sancionado. 

El crimen del policía Lazarte: tres homicidios en un área de 10 cuadras 

“Si usamos parte del uniforme cuando transitamos de noche por las calles en moto. Era un mensaje para que no se nos acerquen, pero está visto que no da buenos resultados”, añadió su compañero Esteban.

El último de los 54 crímenes contabilizados, en lo que va del año, se registró a unas seis cuadras de otro homicidio en ocasión de robo que conmovió a los tucumanos. Hace exactamente una semana, el cabo Ramón Sánchez, según la investigación del fiscal Carlos Sale, fue ultimado por Edgar Villafañe, de seis disparos, cuando intentó evitar que le robaran la moto en la avenida de Circunvalación, a la altura del barrio Las Piedritas. A metros de ese lugar, el 10 de junio, desconocidos golpearon a un oficial para robarle la motocicleta. El uniformado sobrevivió, pero perdió la visión de uno de sus ojos.

Pero hay más. El 24 de febrero, Johana Isabel Carrizo (32) viajaba en moto con su marido y su hijo de apenas tres años. En la esquina de Gutenberg y Thomas Edison, dos motochorros le estaban robando la moto a un motociclista. La víctima del ataque intentó detenerlos arrojándoles piedras. Uno de los asaltantes disparó su arma y una bala impactó en la espalda de la joven madre. Fue internada en el hospital Padilla. Los médicos decidieron operarla siete veces, pero su corazón dejó de latir el 30 de marzo. Este caso se registró a menos de 10 cuadras donde fue asesinado Lazarte.

De los 54 homicidios que se registraron en lo que va del año, 14 fueron en situación de robo, lo que representa el 27% del total de los hechos y el móvil más común. De ese número, hubo seis tucumanos que fallecieron en los asaltos que sufrieron; una mujer murió al quedar en medio de un tiroteo; un policía abatió a un joven que intentó ingresar a su domicilio y cinco acusados de intentar cometer delitos contra la propiedad fueron ultimados por sus víctimas.

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