En Atlético Tucumán-Instituto, la falta de ideas fue el punto en común

Aunque ganó, el "decano" evidenció pocos argumentos futbolísticos, igual que su rival de turno.

En Atlético Tucumán-Instituto, la falta de ideas fue el punto en común DIEGO ÁRAOZ/LA GACETA

Es cierto, Atlético logró un triunfo importantísimo para tomar algo de aire en la zona baja, y agarrar un nuevo envión. Y si bien es cierto que mostró un poquito más que Instituto, la falta de ideas predominó en el José Fierro.

Durante el primer tiempo, el “decano” fue el que intentó un poco más. Aunque, como siempre durante su ciclo, Facundo Sava apeló al 4-4-2, hubo algunas ligeras diferencias con los duelos previos. Luis Miguel Rodríguez, que esta vez fue desde el arranque, fue más una especia de enlace que un segundo delantero, tirándose atrás para generar juego, y también apareciendo por ambas bandas, para combinar con Renzo Tesuri por derecha, y sobre todo, con Joaquín Pereyra por izquierda. Y aunque fue la referencia de área, algo similar hizo por momentos Mateo Bajamich, que también se movió mucho por el frente de ataque, quitándole referencia a los centrales. Sin embargo, hubo poca fluidez, porque Pereyra tuvo apariciones esporádicas, y porque “Pulga” alternó buenas y malas, pese a un arranque muy activo.

De hecho, las chances más claras no llegaron a través de la posesión de pelota para Atlético, la que es, en principio, la intención de Sava. El “decano” generó algunas oportunidades de contraataque, a pura velocidad y precisión, y también tuvo una que fue juego directo.

Y así como Atlético no encontró los caminos con la pelota, tampoco lo hizo Instituto. De hecho, casi que ni intentó hacerlo. Distinto a lo que suele hacer cuando juega de local, la “gloria”, que se paró con un estilo de 4-1-3-2, con Nicolás Dubersarsky parado como cinco posicional en principio, apeló a esperar agazapado, y tratar de jugar de contra, o por momentos, al juego directo. Tampoco fue por esa vía que encontró sus chances claras en el primer tiempo: tuvo una desde un lateral, y otra robando una pelota en ataque, tras un error de Adrián Sánchez.

En el segundo tiempo, Instituto creció. Gastón Lodico cambió roles con Dubersarsky, y le dio un poco más de tenencia y circulación al equipo de Diego Dabove, que activó, sobre todo, por la banda derecha del ataque, con un activo Jonás Acevedo. De todas maneras, no tuvo más que 15 minutos buenos, que casi le permiten ponerse en ventaja, aunque Tomás Durso, tapándole el penal a Ignacio Russo, lo evitó.

Al “decano” lo acomodaron los cambios en la delantera. Aunque esta vez Rodrigo Melo no entró tan bien en la mitad de la cancha, sí lo hicieron Marcelo Estigarribia y Francisco Bonfiglio arriba. Para aprovechar sus cualidades, el equipo de 25 de Mayo y Chile empezó a apostar más al juego directo, buscando aprovechar el juego aéreo de “Chelo”. De todas maneras, el gol, si bien surgió de una buena combinación por derecha, no llegó como consecuencia directa de la propuesta “decana”, aunque ahora poco importará. Con más tranquilidad, Atlético deberá ajustar detalles.

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