

Son las 9 de la mañana y en el cielo no hay una nube. Sobre el colchón verde de pasto, ideal para hacer picnic, Emilia Amaya conversa con una amiga. A pocos metros, un grupo de niños se divierte en los juegos infantiles, mientras otras personas se ejercitan en la pista de salud. Hay vecinos que pasean a sus perros; algunos aprovechan para correr; un papá practica fútbol con su hijo y un hombre hace meditación.
El parque Guillermina es el escenario ideal para despejarse y disfrutar del aire libre gracias a sus largas extensiones de verde y la sombra de inmensos árboles.
“De día está todo bien, pero de noche se complica”, asegura Adrián Aguirre, mientras apunta con la mirada hacia un sector donde hay una larga fila de pinos. “Desde ahí en adelante, después de las 21, es un peligro. Falta iluminación y no hay seguridad. Acá hay robos casi todas las noches. De hecho, ayer salí a caminar con mi perro y se escuchaba cómo una pareja de chicos pedía ayuda porque los habían asaltado aparentemente”, remarca el vecino del barrio Batalla de Tucumán. Le encanta vivir frente a un parque, aunque admite que tiene su lado poco amable cuando baja el sol.
Contrastes
El Guillermina es un territorio de contrastes. En los últimos meses ha mejorado mucho el mantenimiento del parque, pero esto se ha visto más que nada en la parte de adelante del espacio verde. La imagen que da a avenida Mate de Luna al 4.100 es de juegos para chicos, una pista de salud, bancos nuevos, caminería de cemento, tachos de basura, iluminación y seguridad con la presencia de agentes de la Policía. También hay un dispositivo con el cual se puede obtener agua caliente para tomar mates y cargar el celular, gracias a la energía solar.
“Esa es la parte linda y se ve en los primeros 100 metros”, apunta Emilia. Pero cuando uno va entrando al parque hay otra realidad, agrega. Por el acceso sur, que llega a la avenida Alfredo Guzmán, falta infraestructura, está oscuro de noche por la deficiente iluminación, algunos vehículos circulan muy fuerte por las calles internas y se repiten los hechos de inseguridad, según manifiestan los vecinos, quienes ya escribieron una nota a las autoridades solicitando que se mejore ese sector del paseo.

“Ha quedado hermoso el parque. Pero ahora falta que extiendan un poco la obra, principalmente la iluminación porque es un peligro”, advierte Marcelo Soria, que vive por la calle Rufino Cossio. Otra de las dificultades que padecen los vecinos está relacionada con algunos microbasurales que se forman en la zona.
“Siempre paseamos por el parque. Esta zona (la del acceso por canal Sur) está más desprotegida; hay que andar con mucho cuidado”, remarcó Marina Viscido, quien disfruta a diario de sus paseos en bicicleta. “A veces se ven carritos tirando basura por aquí; es lamentable”, agrega. Para ella, lo más importante sería que pusieran reductores de velocidad. “A pesar de que las calles internas son de tierra, muchos vehículos, en especial las camionetas, pasan a gran velocidad por aquí; lo usan para acortar camino”, apunta.
Sorprendidos
La gente también comentó que hay espacios que son utilizados por escuelitas de fútbol. “No estoy en contra de que hagan deportes aquí, pero sí me gustaría que no estén en la parte de adelante del Guillermina. Vengo todas las mañanas y hace mucho tiempo que no lo veía tan bien mantenido a este lugar. El entorno de árboles, la naturaleza que lo compone es bellísimo”, remarca María Alejandra.
Héctor Zanzul, un tucumano que emigró a Buenos Aires a los 17 años y que volvió a la provincia en estos días para visitar a sus familiares, se llevó una grata sorpresa al recorrer el paseo.
Silvia Sosa y Yamila Barboza aseguran que no hay nada más lindo que sentarse bajo la sombra de un árbol a conversar o caminar con sus mascotas cuando el parque está bien cuidado. No obstante, aseguran que no se arriesgarían a realizar un recorrido nocturno.
La inseguridad parece un problema muy difícil de solucionar en el interior del Guillermina y también en calles adyacentes, en especial la Rufino Cossio, que corre al costado del paseo.
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Recuperación
Tiene más de 60 hectáreas y oficialmente es llamado Batalla de Tucumán, apodado Guillermina en honor a quien donó las tierras donde se asienta el paseo, Guillermina Lestón de Guzmán.
Es uno de los principales pulmones verdes de la capital y por eso las autoridades se pusieron como objetivo recuperarlo en su totalidad. Luciano Chincarini, secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, reconoce que el paseo tiene dos caras y que es fundamental hacer más obras de infraestructura. Así se evitará que haya una diferencia de jerarquía entre el frente y el contrafrente, remarca.
El funcionario enumeró lo que hicieron en el primer año de gestión: “priorizamos el mantenimiento del verde; hoy tenemos en forma permanente un parque con el césped cortado a siete centímetros. Asimismo, sostenemos el cuidado del arbolado, como también la plantación de nuevos ejemplares. Pusimos juegos nuevos y restauramos los que estaban rotos. Y volvimos a poner en funcionamiento el vivero municipal, que estaba totalmente abandonado”.
Por otro lado, el funcionario cuenta que recuperaron las luminarias del sector del frente. Pero reconoció que en el contrafrente, como dijeron los vecinos, el paseo está a oscuras. “Iluminar ese sector sur será una prioridad este año”, anunció. Otras obras que se realizarán en 2025, según anticipó, son: la reparación y revalorización de los tres puentes que tiene el paseo (ubicados sobre un canal de desagüe que corre por el parque) y la reconstrucción de los baños que hay en el vivero y que hoy están destruidos, al igual que los techos de un inmueble que se usa para la administración del espacio verde.
Cercado y con portones
Chincarini señaló que una de las medidas más importantes que están tomando para revertir la inseguridad es el cierre parcial del espacio. La idea es que quede casi todo cercado, pero con portones de ingreso.
“Tenemos seguridad permanente y serenos, pero igualmente hay situaciones difíciles de manejar, especialmente en sector sur, que es bastante peligroso. Por eso, ya pusimos la tela perimetral en el sector que da al Camino de Sirga y lo vamos a ir cerrando de forma paulatina. También estamos fabricando un portón. El objetivo es que después de las 22, por ejemplo, el ingreso sea restringido. Sí se podrá entrar, pero los visitantes tendrán que decirles a los serenos para qué van al parque”, remarcó.
Lo mismo ocurrirá en los sectores cercanos a los barrios La Mago y La Polenta, donde hay canchas de fútbol y se realizan campeonatos. El proyecto incluye una cerca perimetral en todo el espacio verde, menos en el frente, donde en un futuro se podrían colocar rejas. “Tenemos que pensar en un cierre con herrería artística de alta calidad que respeten la línea estética del parque”, señaló.
“La idea es también detener su uso por parte de los privados. Hay gente que ya construyó hasta asadores. Hace un tiempo también hubo una usurpación. Queremos cuidar este espacio. Ya hablé con los vecinos; obviamente los campeonatos de fútbol sí se seguirán haciendo aunque haya una cerca perimetral”, aclaró el funcionario.
Justamente por los mismos problemas de inseguridad y vandalismo, hace unos años tuvieron que colocar una reja de 3,50 metros de altura alrededor de la Casa Museo Guillermina Leston de Guzmán, ubicada en el corazón del parque.