Los problemas de la vejez alcanzan al museo del Louvre

Temperatura, humedad y equipamiento obsoleto amenazan la conservación de las obras.

SUPERADA. La pirámide da paso a nueve millones de personas al año. SUPERADA. La pirámide da paso a nueve millones de personas al año.
24 Enero 2025

PARIS, Francia.- La presidenta-directora del Louvre ha dado la voz de alarma sobre los problemas que está causando la vetustez del mayor museo del mundo, desde infiltraciones de agua hasta unas variaciones de temperatura que amenazan la conservación de las obras.

En una nota del 13 de enero enviada a la ministra de Cultura, Rachida Dati, revelada por el diario Le Parisien, Laurence des Cars lamenta “la multiplicación de desperfectos en espacios a veces muy degradados”, “los equipamientos técnicos obsoletos”, así como “inquietantes oscilaciones de temperatura que ponen en peligro el estado de conservación de las obras” atesoradas.

“Es mi deber alertar en tanto que presidenta sobre estas cuestiones, y ya lo he hecho en varias ocasiones”, confió a varios periodistas este jueves, al margen de la presentación de una nueva exposición en el museo parisino.

La sala que alberga La Gioconda, admirada cada día por unos 20.000 visitantes, no está afectada por esos desperfectos, por ejemplo. Pero no puede decirse lo mismo de otras partes del edificio en el ala Sully, indicó una fuente cercana al caso. Este gran espacio, que se articula en cuatro niveles, alberga obras de los pintores franceses Jean Siméon Chardin y Antoine Watteau.

En noviembre de 2023, una exposición dedicada a los dibujos de Claude Gillot tuvo que ser cerrada y desplazada debido a una inundación. El Elíseo indicó que el presidente francés, Emmanuel Macron, fue alertado sobre la situación.

En su nota, Des Cars habla también de la pirámide de vidrio, inaugurada en 1988 y “estructuralmente superada” en un edificio concebido para recibir a cuatro millones de visitantes al año, y que en 2025 acogió a cerca de nueve millones, en un 80% turistas extranjeros. Otro problema es la falta de espacios para descansar y comer, así como los sanitarios, por debajo de los estándares internacionales.

Según comentó Christian Galani, de la rama Cultura del sindicato CGT, no pasa un día sin que se constate la degradación del edificio. “La pintura que se va, salas, reservas y espacios de trabajo en ocasiones inundados, averías de electricidad, retrasos de pagos a prestatarios por falta de presupuesto”... la lista es larga, según el sindicalista.

“Hay salas que están regularmente cerradas por falta de personal, y las condiciones de trabajo de los agentes se han degradado, con temperaturas que rondan los 10-12 grados en invierno, y superan los 30 grados en verano”, añadió Galani. Alertó, además, que en 10 años se suprimieron unos 200 empleos.

Otra fuente indicó que harían falta al menos 100 millones de euros de inversión, “en particular para acometer obras prioritarias de restauración”.

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