
El caso del joven de 26 años que fue encontrado este jueves dentro de un contenedor de basura en Mitre al 700, y que sufrió graves lesiones cuando el sistema de recolección compactó los residuos, conmocionó a distintas esferas de la sociedad. Una de ellas fue Cáritas, cuya directora advirtió que la falta de recursos y una estructura insuficiente dificultan la posibilidad de ofrecer una solución efectiva y sostenible a las personas en situación de calle en Tucumán.
“Al tema particular de la gente en situación de calle no lo acompañamos directamente, pero sí sabemos que hay albergues para estas personas. En la provincia existen tres albergues, aunque lamentablemente su capacidad es reducida”, expresó Liliana Singh en diálogo con LA GACETA, resaltando que el principal obstáculo es la falta de recursos para su funcionamiento.
Además de la limitación en la cantidad de plazas, la directora de Cáritas Tucumán señaló otro factor determinante: “Mucha gente en situación de calle se rehúsa a acudir a los albergues porque tienen una estructura con ciertas normativas. Por ejemplo, no pueden ingresar si han consumido alguna sustancia, y muchos viven esa realidad”. Esta situación genera que, a pesar de la existencia de estos espacios de contención, muchas personas prefieran permanecer en la calle.
Por otro lado, Singh reconoció que el trabajo articulado con las organizaciones que sostienen los albergues es limitado. “No están bajo el ala de Cáritas, sino que son sostenidos por otras instituciones o fundaciones. Nosotros tenemos contacto con ellos y, cuando conocemos alguna situación, los derivamos, pero no podemos hacernos cargo directamente”, explicó.
A la complejidad del problema se suma la insuficiencia de voluntarios y la falta de una política pública integral y sostenida. “Se los acompaña temporalmente con recursos, pero luego se les suelta la mano, lo que hace muy difícil para las fundaciones sostener estos espacios”, advirtió Singh.
Desde la organización eclesiástica también constataron que muchas personas en situación de calle adoptan ese estilo de vida por diversas razones, entre ellas psicológicas o de hábito. “Hay quienes se rehúsan a acudir a los albergues a pesar del ofrecimiento. He acompañado rondas con fundaciones que llevan un plato de comida caliente y abrigo, y aun así, muchas personas prefieren quedarse en la calle”, relató.
Por último, Singh señaló que Cáritas Tucumán prioriza actualmente otros aspectos de la problemática social. “Ya con la tarea que nos compete, que es acompañar comedores, merenderos y parroquias, estamos al límite de nuestras capacidades. Nos faltan recursos, voluntarios y estructura para poder dar respuesta a todo”, afirmó con pesar.