24 Mayo 2014
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco iniciará hoy su primer viaje a Tierra Santa, un peregrinaje religioso de tres días en el que visitará Jordania, Palestina e Israel y en el que se destaca un encuentro ecuménico con el patriarca ortodoxo Bartolomé I.
Horas antes de partir, Francisco encomendó el viaje a la Virgen María, al visitar la basílica de Santa María la Mayor y rezar frente a una imagen de la madre de Jesús, ante la cual dejó un ramo de flores.
El viaje a Tierra Santa es “estrictamente religioso”, tal como aclaró el papa Francisco esta semana, y buscará recrear los pasos de la peregrinación que realizó Pablo VI en la cuna del cristianismo hace 50 años.
Francisco afirmó que el motivo del periplo es “rezar por la paz en esa tierra que sufre tanto”, y el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, explicó que el “fruto” que se espera es que el Papa “pueda ayudar a todos los responsables y a todas las personas de buena voluntad a tomar decisiones valientes en la vía de la paz”.
La histórica travesía tendrá una particular impronta argentina, ya que Francisco sumó a la delegación a dos viejos conocidos suyos de su trabajo pastoral en Buenos Aires: el rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, Abraham Skorka, y el ex secretario general del Centro Islámico de la República Argentina, Omar Abboud.
Según el programa oficial difundido por el Vaticano, el avión de Francisco llegará a Ammán, capital de Jordania, pasado el mediodía de hoy, y desde allí se desplazará en coche hasta el palacio real, donde mantendrá un encuentro con los monarcas Abdullah II y Rania, ante quienes pronunciará un discurso. Celebrará una misa en el estadio internacional de Ammán y visitará el lugar del bautismo de Jesús en Betania, ante el río Jordán. Después se encontrará en la iglesia latina del lugar con refugiados y jóvenes discapacitados.
Mañana se despedirá de Jordania para dirigirse en helicóptero a Belén, ciudad de Cisjordania, Palestina, donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesús. En el palacio presidencial, después de saludar al presidente palestino Mahmud Abbas, pronunciará un discurso ante las autoridades locales, celebrará misa y rezará el Angelus en la Plaza del Pesebre.
Luego, almorzará con familias palestinas y por la tarde hará una visita privada a la Gruta de la Natividad. Al final del día, dejará Palestina para viajar en helicóptero al aeropuerto internacional Ben Gurion de Tel Aviv, Israel, desde donde se desplazará a Jerusalén. En la histórica y sagrada ciudad, se reunirá de forma privada con el Patriarca ecuménico de Constantinopla Bartolomé I para firmar una declaración conjunta.
En la Basílica del Santo Sepulcro habrá un acto ecuménico con motivo del 50 aniversario del encuentro en Jerusalén de Pablo VI con el Patriarca Atenágoras. El lunes, visitará al Gran Muftí de Jerusalén, rezará en al Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo, se reunirá con rabinos, visitará el Museo del Holocausto y hará un homenaje en la tumba del fundador del sionismo, Theodor Herzl.
También visitará al presidente de Israel, Shimon Peres, y recibirá al primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la Iglesia de Notre Damme, situada en la zona que hasta 1967 separaba Jerusalén Este del resto de la ciudad y que es territorio del Vaticano. (Télam)
Horas antes de partir, Francisco encomendó el viaje a la Virgen María, al visitar la basílica de Santa María la Mayor y rezar frente a una imagen de la madre de Jesús, ante la cual dejó un ramo de flores.
El viaje a Tierra Santa es “estrictamente religioso”, tal como aclaró el papa Francisco esta semana, y buscará recrear los pasos de la peregrinación que realizó Pablo VI en la cuna del cristianismo hace 50 años.
Francisco afirmó que el motivo del periplo es “rezar por la paz en esa tierra que sufre tanto”, y el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, explicó que el “fruto” que se espera es que el Papa “pueda ayudar a todos los responsables y a todas las personas de buena voluntad a tomar decisiones valientes en la vía de la paz”.
La histórica travesía tendrá una particular impronta argentina, ya que Francisco sumó a la delegación a dos viejos conocidos suyos de su trabajo pastoral en Buenos Aires: el rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, Abraham Skorka, y el ex secretario general del Centro Islámico de la República Argentina, Omar Abboud.
Según el programa oficial difundido por el Vaticano, el avión de Francisco llegará a Ammán, capital de Jordania, pasado el mediodía de hoy, y desde allí se desplazará en coche hasta el palacio real, donde mantendrá un encuentro con los monarcas Abdullah II y Rania, ante quienes pronunciará un discurso. Celebrará una misa en el estadio internacional de Ammán y visitará el lugar del bautismo de Jesús en Betania, ante el río Jordán. Después se encontrará en la iglesia latina del lugar con refugiados y jóvenes discapacitados.
Mañana se despedirá de Jordania para dirigirse en helicóptero a Belén, ciudad de Cisjordania, Palestina, donde la tradición cristiana sitúa el nacimiento de Jesús. En el palacio presidencial, después de saludar al presidente palestino Mahmud Abbas, pronunciará un discurso ante las autoridades locales, celebrará misa y rezará el Angelus en la Plaza del Pesebre.
Luego, almorzará con familias palestinas y por la tarde hará una visita privada a la Gruta de la Natividad. Al final del día, dejará Palestina para viajar en helicóptero al aeropuerto internacional Ben Gurion de Tel Aviv, Israel, desde donde se desplazará a Jerusalén. En la histórica y sagrada ciudad, se reunirá de forma privada con el Patriarca ecuménico de Constantinopla Bartolomé I para firmar una declaración conjunta.
En la Basílica del Santo Sepulcro habrá un acto ecuménico con motivo del 50 aniversario del encuentro en Jerusalén de Pablo VI con el Patriarca Atenágoras. El lunes, visitará al Gran Muftí de Jerusalén, rezará en al Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo, se reunirá con rabinos, visitará el Museo del Holocausto y hará un homenaje en la tumba del fundador del sionismo, Theodor Herzl.
También visitará al presidente de Israel, Shimon Peres, y recibirá al primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la Iglesia de Notre Damme, situada en la zona que hasta 1967 separaba Jerusalén Este del resto de la ciudad y que es territorio del Vaticano. (Télam)
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