06 Enero 2016
HUMO DE RECLAMO. Empleados municipales y familiares reclamaron frente a la sede de la Municipalidad en Simoca. foto enviada a la gaceta en whatsapp
La tensión política por el traspaso de mando en Simoca no se disipó con el inicio de 2016. Cerca de un centenar de vecinos quemaron cubiertas ayer frente a la sede de la intendencia, para exigir la renovación de 78 contratos de empleados municipales. El intendente, Marcelo Herrera (FpV), justificó la desvinculación y criticó a su antecesor, el legislador Luis González (UCR), por realizar contrataciones para tareas proselitistas.
A partir de las 9, ex empleados y parientes comenzaron a quemar cubiertas frente a la sede municipal, en Moreno y 25 de Mayo. Cuando sus contratos vencieron, el 31 de diciembre, fueron recibidos por Herrera y solicitaron la renovación, relataron los manifestantes. Las partes habían acordado un cuarto intermedio hasta el lunes. Como no lograron la renovación, resolvieron volver a protestar. “Estamos reclamando pacíficamente aquí en la calle principal; esperamos que nos brinden alguna respuesta. No tenemos problema en cortar la ruta si no tenemos una solución”, adelantó Hugo Aráoz, uno de los voceros. La protesta se desconcentró a las 13 a causa de la lluvia torrencial que afectó el sur de la provincia. Como no fueron recibidos por funcionarios, anticiparon que hoy definirán el método de protesta.
Para el mandatario municipal, la situación se generó con fines políticos y solicitó a su antecesor intermediar para que cesen las protestas. “Se trata de contratos políticos que se otorgaron hasta un día antes de la elección de agosto. Estos convenios no pueden renovarse”, explicó Herrera. El peronista tildó de irresponsable la designación de González, por la situación financiera apremiante, explicó.
“Puedo garantizar que los contratos han sido otorgados irresponsablemente. Hay cuestiones políticas, el ex intendente no aceptó los resultados de las elecciones y por eso es que algunos están teniendo estas actitudes. La oposición está permanentemente poniendo palos en la rueda. Ya hablé con más de 1.800 desocupados que recibí y que también necesitan ayuda, pero de esa cantidad solo pudimos absorber 500 vecinos quincenalmente, como jornalizados. Cada quincena hay 1.300 personas que quedan fuera de todo beneficio”. Simoca cuenta con 310 empleados en planta permanente y actualmente no tiene contratados. La deuda global alcanza los $ 13 millones, informaron funcionarios de la intendencia.
“Es la primera vez en la historia de Simoca que se contrata de un solo decreto a 78 empleados. En los 8 años de gestión anteriores hubo 40 o 50 contratados. (Miguel Ángel) Paliza cedió la Intendencia a González en 2007 y dejó 23 contratados. González incorporó a tres, pero los restantes 20 no fueron a quemar cubiertas. Lo que le pedimos al legislador es que se haga cargo de la situación. Aquí no es que el municipio se desliga de sus responsabilidades, les hicimos ofrecimientos, pero fueron rechazados”, defendió Herrera. El ofrecimiento fue gestionar cupo para el nuevo plan Manos a la Obra, o incorporarlos como jornalizados (realizan tareas de limpieza y cobran quincenal o mensualmente).
González, a su turno, desmintió las acusaciones y deslizó que la nueva gestión brinda ayuda social dependiendo de la afinidad política. “No hay ninguna intencionalidad política en la protesta. El que politiza es él. Lo que he hecho siempre para facilitarle la tarea al nuevo intendente ha sido decirle a la gente que espere a que la nueva gestión se acomode. El tema de este muchacho (por Herrera) es que corrió no sólo a estos contratados sino a mucha gente que teníamos jornalizada. La necesidad y el hambre no tienen color político”, criticó.
El actual legislador instó a que se destrabe el conflicto por vía del diálogo entre las partes. “En mi gestión siempre buscamos proveer justicia social; en Simoca no hay empresas ni grandes industrias ni nada que se le parezca que de trabajo, siempre ha sido el municipio la fuente principal de empleo”, acotó.
A partir de las 9, ex empleados y parientes comenzaron a quemar cubiertas frente a la sede municipal, en Moreno y 25 de Mayo. Cuando sus contratos vencieron, el 31 de diciembre, fueron recibidos por Herrera y solicitaron la renovación, relataron los manifestantes. Las partes habían acordado un cuarto intermedio hasta el lunes. Como no lograron la renovación, resolvieron volver a protestar. “Estamos reclamando pacíficamente aquí en la calle principal; esperamos que nos brinden alguna respuesta. No tenemos problema en cortar la ruta si no tenemos una solución”, adelantó Hugo Aráoz, uno de los voceros. La protesta se desconcentró a las 13 a causa de la lluvia torrencial que afectó el sur de la provincia. Como no fueron recibidos por funcionarios, anticiparon que hoy definirán el método de protesta.
Para el mandatario municipal, la situación se generó con fines políticos y solicitó a su antecesor intermediar para que cesen las protestas. “Se trata de contratos políticos que se otorgaron hasta un día antes de la elección de agosto. Estos convenios no pueden renovarse”, explicó Herrera. El peronista tildó de irresponsable la designación de González, por la situación financiera apremiante, explicó.
“Puedo garantizar que los contratos han sido otorgados irresponsablemente. Hay cuestiones políticas, el ex intendente no aceptó los resultados de las elecciones y por eso es que algunos están teniendo estas actitudes. La oposición está permanentemente poniendo palos en la rueda. Ya hablé con más de 1.800 desocupados que recibí y que también necesitan ayuda, pero de esa cantidad solo pudimos absorber 500 vecinos quincenalmente, como jornalizados. Cada quincena hay 1.300 personas que quedan fuera de todo beneficio”. Simoca cuenta con 310 empleados en planta permanente y actualmente no tiene contratados. La deuda global alcanza los $ 13 millones, informaron funcionarios de la intendencia.
“Es la primera vez en la historia de Simoca que se contrata de un solo decreto a 78 empleados. En los 8 años de gestión anteriores hubo 40 o 50 contratados. (Miguel Ángel) Paliza cedió la Intendencia a González en 2007 y dejó 23 contratados. González incorporó a tres, pero los restantes 20 no fueron a quemar cubiertas. Lo que le pedimos al legislador es que se haga cargo de la situación. Aquí no es que el municipio se desliga de sus responsabilidades, les hicimos ofrecimientos, pero fueron rechazados”, defendió Herrera. El ofrecimiento fue gestionar cupo para el nuevo plan Manos a la Obra, o incorporarlos como jornalizados (realizan tareas de limpieza y cobran quincenal o mensualmente).
González, a su turno, desmintió las acusaciones y deslizó que la nueva gestión brinda ayuda social dependiendo de la afinidad política. “No hay ninguna intencionalidad política en la protesta. El que politiza es él. Lo que he hecho siempre para facilitarle la tarea al nuevo intendente ha sido decirle a la gente que espere a que la nueva gestión se acomode. El tema de este muchacho (por Herrera) es que corrió no sólo a estos contratados sino a mucha gente que teníamos jornalizada. La necesidad y el hambre no tienen color político”, criticó.
El actual legislador instó a que se destrabe el conflicto por vía del diálogo entre las partes. “En mi gestión siempre buscamos proveer justicia social; en Simoca no hay empresas ni grandes industrias ni nada que se le parezca que de trabajo, siempre ha sido el municipio la fuente principal de empleo”, acotó.
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