
El Argentina Open, ATP 250 que se disputa en Buenos Aires, tendrá una carga muy emotiva esta semana. Será el último torneo como profesional de Diego Schwartzman, uno de los mejores tenistas argentinos de los últimos años. Antes de retirarse, “Peque” publicó una emotiva carta en la página oficial de la ATP, donde repasó su carrera.
“Aunque últimamente me ha puesto un poco triste ver tenis sabiendo que este momento estaba por llegar, fue en el buen sentido. Tengo muchos recuerdos maravillosos en los que pensar y logros que celebrar. Tuve la oportunidad de cumplir muchos sueños y hacer más de lo que la gente creía que era posible para mí”, reflexionó Schwartzman.
El ex número ocho del mundo relató que fue en julio de 2022, en el ATP 500 de Hamburgo, donde perdió en primera ronda con el finlandés Emil Ruusuvuori, cuando comenzó a sentir que su retiro del tenis estaba cerca. “Algo no iba bien. Mi cuerpo no respondió a las preguntas ese día. Sentí emociones durante el partido, pero no buenas. Me temblaban un poco las manos. Sufría de irritación y calambres”, relató “Peque”.
“Para competir al más alto nivel hay que entrenar y hacer todo con un cierto nivel, así que fue muy difícil. Cambié de entrenador y de preparadores físicos, pensando que quizá era el momento de cambiar algo, de escuchar otras voces y nuevas formas de trabajar. Esa no fue la decisión correcta. Era yo. No era nadie más”, sentenció Schwartzman.
Su altura, un tema algo irritante
“Peque” reconoció que le molestó que se hablara tanto de su altura (1,70m) en todos los torneos que disputaba.
“Algo de lo que mucha gente hablaba era de mi altura. No me gustaba eso durante mi carrera, porque muchas veces, cuando jugaba buenos torneos, todo el mundo me preguntaba cómo lo hacía y cómo iba a ganar el siguiente partido”, reconoció Schwartzman
“Todo tenía que ver con mi peso, mi altura y todo lo relacionado con mi pequeño cuerpo. Nadie está en la cima sin altura, es cierto. Casi nadie en el Top 100 tiene mi altura. No puedo mentir, fue duro. Tuve que trabajar muy duro fuera de la cancha para que mis oponentes no sintieran que tenía menos potencia o que mis movimientos eran más cortos o algo así. Por supuesto que sé que la altura es algo muy importante jugando al tenis. Pero más del 50 por ciento de la forma en que ganas partidos depende de lo que haces fuera de la cancha”, aseguró.
Grandes recuerdos
Pese a todo, Schwartzman rememoró los grandes momentos de su carrera, y se mostró incrédulo de todo lo que pudo lograr.
“Lo que había hecho durante años me ayudó a lograr mucho en nuestro deporte. En el US Open de 2017, fui cabeza de serie en un torneo de Grand Slam por primera vez y llegué a cuartos de final. Fue entonces cuando llevé mi carrera a un nuevo nivel. Después de ese momento, entendí cómo se sentiría mi cuerpo después de cinco sets, cómo sería la segunda semana de un torneo importante”, remarcó Schwartzman.
“Al año siguiente, entré por primera vez en el Top 20. En 2020, llegué a las semifinales de Roland Garros, alcancé el puesto número 8 en el ranking PIF ATP, el mejor de mi carrera, y competí en las Nitto ATP Finals. En marzo siguiente, gané mi cuarto y último título ATP Tour en mi casa, en Buenos Aires. Fue un momento mágico para un chico de Argentina”, recapituló.
“Durante ese tiempo aprendí que para tener éxito se necesita mucho. Hay muchas cosas importantes: el entrenamiento, la nutrición, la mentalidad, tener a la gente adecuada a tu alrededor y confiar en tus habilidades y preparación. Lo di todo”, expresó “Peque”.
“Me gusta mucho cuando la gente me dice: "Eras un luchador, pero también eras un muy buen jugador de tenis". No vas a llegar a la cima del deporte solo por ser un luchador. Tienes que jugar un buen tenis. Tienes que tener un buen golpe de derecha, un buen servicio y un buen movimiento. No llegas a la cima solo por ser un luchador”, señaló.
“Estuve allí porque era bueno en este deporte. Nadie me dio un regalo. Me lo gané. Cuando era joven, no esperaba lograr lo que logré. Pero durante mi carrera, encajé en ese lugar”, concluyó Schwartzman.