La moneda está en el aire

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La moneda está en el aire

Exactamente en siete meses los argentinos volverán a las urnas. En la Cámara de Diputados hará una renovación parcial de su composición, con el recambio de 127 representantes nacionales. En el Senado, a su vez, se elegirán los 24 nuevos integrantes de ese cuerpo, ninguno de ellos tucumanos. En el medio, habrá también algunas elecciones provinciales que marcarán el rumbo acerca de qué tan fortalecida está La Libertad Avanza (LLA) y qué tan débil se encuentra el Partido Justicialista.

El clima electoral ya se siente en Tucumán. La campaña fue inaugurada por el propio gobernador Osvaldo Jaldo, la semana pasada, en un acto en el que asumieron tres funcionarios, todos ellos dirigentes territoriales de la Sección Este. El Salón Blanco se convirtió, el viernes último, en un escenario justicialista. El mandatario tomó la posta y, sin candidaturas firmes a la vista y bendecidas por la Casa de Gobierno, puso las cosas en claro que, inexorablemente, si hay “compañeros” que disientan con su pensamiento, tendrán que dirimir sus diferencias en internas para presentarse como candidatos a diputados nacionales. Ayer prácticamente sucedió algo parecido, en oportunidad del anuncio de construcción de viviendas. Esto forma parte del folclore peronista.

La moneda está en el aire. El oficialismo había previsto que el ministro del Interior, Darío Monteros, sería el candidato ideal para representar al jaldismo en los comicios legislativos del 26 de octubre. La denuncia formulada por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) respecto del manejo de los recursos en el municipio de Banda del Río Salí le puso un freno a esa eventual postulación. De todas maneras, Monteros sigue siendo el principal armador del PJ.

El jaldismo busca candidatos. En un principio, Eugenio Agüero Gamboa, titular del Ministerio de Seguridad, asomó como una alternativa. El abogado es una cara nueva para la política y seguridad es el caballito de batalla del “comisario”, tal como se lo denomina a Jaldo en el entorno político. Las candidaturas testimoniales no suman. Se pensó que la intendente capitalina Rossana Chahla sería un motor para hacer proselitismo, pero ella está abocada a la gestión y no quiere dilapidar ni su imagen ni su capital político con un cargo que, llegado el caso, no asumirá. Lo mismo sucede con el vicegobernador Miguel Acevedo. Hay quienes lo ven como la mejor opción, pero él no está convencido de dejar el amplio despacho que ocupa en el tercer piso del Palacio Legislativo. Otro postulante es el actual presidente subrogante de la Cámara, Sergio Mansilla, pero su carrera hacia el Congreso se cruza con la de su esposa, Elia Mansilla que, si bien será una de las que dejará la banca en diciembre, Jaldo quiere que continúe dentro del bloque Independencia, de la misma manera que Agustín “Tin” Fernández. Pero sólo hay cuatro bancas en juego para el caso tucumano. Entonces, ¿quién? En este juego de especulaciones surge una rueda de auxilio permanente: el actual ministro de Gobierno, Regino Amado. Pero también hay un tapado: su par de Economía, Daniel Abad, a quien el gobernador ha mandado a medir para establecer el grado de consideración política que el conductor de las Finanzas tiene en la sociedad. ¿Y Fernando Juri? No hay que descartar al presidente del Concejo Deliberante capitalino. La danza de nombres es de lo más variado.

Mientras tanto, en el jaldismo se trabaja en el potencial calendario electoral de la probable interna del distrito Tucumán del PJ. En ese aspecto, el consejo partidario propondrá el llamado a elecciones de candidatos de esa extracción política en una convocatoria que sería cerrada, es decir, el que gana se lleva todos los lugares. Lo curioso es que ese consejo no tomará en cuenta la opinión del presidente del PJ local, el senador Juan Manzur que, si bien se mantiene en silencio, sigue operando bajo las sombras.

Armado incipiente

La posible postulación del legislador y ex intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, cuenta con la anuencia del ex gobernador. El armado es incipiente, pero desde este espacio lanzaron un mensaje tan tajante como revelador: “con el sello o sin el sello del PJ, vamos a las elecciones legislativas”. No es un dato menor, tomando en cuenta que, a nivel nacional, ese espacio cuenta con el madrinazgo de la presidente del Partido Justicialista, Cristina Fernández de Kirchner.

“La ansiedad es de ellos; a nosotros nos sobra paciencia. No estamos pensando en ninguna interna”, afirman los díscolos de la Casa de Gobierno. El punto de divergencia es público. Tiene nombre y apellido: Javier Milei. De allí que aquellos que profesan la fe kirchnerista lanzan una irónica frase: “Osvaldo debería poner a sus candidatos para que disputen elecciones internas con Lisandro Catalán”, cara visible de LLA. De esa manera marcan todavía más las diferencias con la Casa de Gobierno. Es verdad que hay un pacto de no agresión entre el gobernador dialoguista y las principales figuras libertarias, pero no se sabe si ese acuerdo se mantendrá en el tiempo, a medida que se acerque la fecha de las elecciones. Por de pronto sólo hay certezas de que habrá sintonía fina en lo institucional.

“No hay PASO; no hay apuro”, señalan cuando se le consulta acerca de la anunciada visita de Cristina a Tafí Viejo, prevista para el mes que viene. Sin las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias a la vista, se corren las fechas y, por ende, ahora asoma la posibilidad de que ella llegue a la provincia en mayo, justo cuando el jaldismo tenga definido un posible cronograma electora para las internas partidarias. La intervención al PJ local no es una alternativa de primer orden. Desde Buenos Aires consideran que esa posibilidad, aplicada en Salta o en Misiones, sólo victimizaría al gobernador dialoguista y a sus huestes. De todas maneras, suena a contrasentido que los candidatos bendecidos por Cristina vayan por fuera del partido que preside, sea por Unidad Ciudadana o por el Partido del Trabajo y la Equidad, cuya principal referente en Tucumán es la senadora Sandra Mendoza, que no tiene buenos contactos con el mandatario de turno.

Cara o cruz. Aquella moneda sigue en el aire. Hay quienes arriesgan que se manden emisarios para que Jaldo y Manzur firmen una tregua y fumen una pipa de la paz para asegurar un triunfo amplio frente a La Libertad Avanza en el distrito y que, a su vez, Tucumán siga siendo considerado uno de los principales bastiones justicialistas. Pero para que eso suceda, hacen falta gestos que dejen de lado los egos. Como dicen en el campo, es mejor reparar el techo antes de que se desaten las tormentas.

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