

Más que el precio, al mercado le preocupa el rumbo cambiario. La incertidumbre acerca de las condicionalidades que impondrá el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que la Argentina acceda a otro Programa de Facilidades Extendidas genera ruidos entre los operadores que intentan cubrirse con la divisa estadounidense ante eventuales modificaciones en el tipo de cambio. El “crawling peg” o devaluación administrada al 1% mensual ha sido dejada de lado en las últimas semanas. El dólar, en todas sus variantes, fue hacia el alza, pese a los intentos del Banco Central para controlar el valor. Los agentes económicos se refugian en el dólar “blue”, que se comercializa en la calle. Ayer, ese billete que se comercializa en el mercado informal terminó en $ 1.305 por unidad, un precio que no se veía desde hace seis meses. En ese contexto, la autoridad monetaria volvió a vender divisas por octava jornada consecutiva y las reservas cayeron al nivel más bajo desde que asumió Javier Milei. La autoridad monetaria se tuvo que desprende a U$S 48 millones. De este modo, en las últimas ocho ruedas perdió U$S 1.361 millones. En ese marco, las reservas brutas internacionales retrocedieron a U$S 26.246 millones, la cifra más baja desde fines de enero de 2024.
El dólar minorista -sin impuestos- cotizó a $ 1.101,971 para la venta. Entre los financieros, el MEP se ubicó en $ 1.305,15, por lo que la brecha con el oficial escala por encima del 21,8%. El Contado con Liquidación (CCL) se ofreció a $ 1.305,15 y el spread con el oficial también orilló el 22%. Los contratos de dólar futuro cerraron con bajas. Así, la mayor fue para los contratos de julio, que cayeron 1%, hasta los $ 1.207,50.
Entonces, ¿por qué tanta volatilidad? Algunos economistas sostienen que el equipo económico liderado por Luis Caputo dejó de ser categórico en sus declaraciones para defender el esquema de “crawling peg” y el esquema de administración del tipo de cambio oficial. Esto disparó la demanda de cobertura y un cambio en los flujos de oferta/demanda en el mercado de divisas.

En su análisis diario, el economista Gustavo Ber puntualiza que se esperan precisiones sobre el nuevo esquema cambiario, entre ellos tal vez uno de bandas (ya que no se arrancaría inicialmente con una flotación libre a fin de evitar correr riesgos que pudieran afectar el proceso de desinflación9 y sobre la posibilidad de continuar con el “crawling-peg” del 1% o si sería modificado o hasta eliminado. Donde existe mayor consenso es que el esquema del “dólar blend” sería como mínimo reducido gradualmente, ya que una genuina acumulación de reservas resulta crucial dentro de la estrategia de fortalecer el balance del BCRA, lo cual se podría complementar con los fondos frescos que pudiera aportar el FMI, considera.
Brecha
Mientras los dólares financieros siguen testeando los $ 1.300, con una brecha en el orden del 20%, las miradas de los operadores siguen dirigidas especialmente hacia el saldo diario del Banco Central, incluso más tras la racha vendedora reciente, y la dinámica de las tasas en pesos así como la de los futuros. “Ello se debe a que una normalización de las mismas, o sea tasas en pesos superiores a las de los futuros, resulta importante para que se reactiven no sólo las apuestas hacia el carry-trade, sino principalmente las liquidaciones de exportaciones, claves justamente en la etapa de mayor oferta de divisas por la cosecha gruesa que se avecina”, explica el economista.
SegúnGMA Capital, un puñado de factor es aguaron la fiesta del carry: la incertidumbre sobre el acuerdo con el FMI, las dudas sobre el nuevo programa económico y una entrevista del ministro de Economía en TV que dejó sabor a poco. Este combo llevó a una recalibración de expectativas, y el mercado decidió darse la vuelta y salir a cubrirse. La volatilidad le costó a la Argentina unos U$S 1.000 millones sólo durante la semana pasada.
¿Caro o barato?: la visión de los expertos
¿El dólar está barato? “Sí, claro que es barato el nivel actual. De hecho, si el dólar libre hubiese subido con la inflación desde enero de 2024, que es cuando llegó a los $1.200, hoy debería costar como 2.500 pesos”. La respuesta fue del director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), Jorge Colina, ante una consulta del sitio iProfesional.com. A su vez, el analista Salvador Di Stefano, afirma que “mientras sigamos con superávit fiscal y la base monetaria amplia no se modifique, este tipo de cambio alternativo en $ 1.300 es elevado”. Por lo que aclara que si la inflación cede, bajará la tasa en pesos y la expectativa de devaluación se derrumba.
Pulso del mercado: con saldo negativo
Mientras se aguardan señales del acuerdo con el FMI, los mercados operaron ayer en forma negativa, tanto a nivel de las acciones como de los bonos de la deuda. Los ADR argentinos retrocedieron en Wall Street, en una jornada difícil marcada por una fuerte caída superior al 2% del índice que nuclea a las tecnológicas, el Nasdaq. La Bolsa porteña también operó en rojo, tanto en pesos como en dólares, mientras que los bonos, tras un arranque mixto, terminaron la rueda a la baja. El mercado se mantuvo en vilo a la espera de novedades del Fondo, y de la licitación del Tesoro, clave para medir el apetito de los inversores tras la reciente tensión cambiaria.