Lo que preocupa al consumidor son los precios

Subió la nafta y temen que haya más reajustes en la canasta familiar

06 Julio 2014
El incremento de un 4% promedio en el precio de las naftas, puso los pelos de punta a las familias de clase media. Pero, en general, los argentinos temen que eso sea el inicio de otros reajustes que influyan en el valor de la canasta básica familiar.  A la hora de relevar sus principales preocupaciones en materia económica de cara a los próximos seis meses, cuatro de cada 10 argentinos mencionan el precio de los alimentos, mientras que otros dos de cada 10 manifiestan su preocupación por perder el trabajo y una proporción menor señala los gastos en salud y educación, entre otras preocupaciones. Así lo indica el último reporte de la Universidad Católica Argentina (UCA) y TNS Gallup. La preocupación por el precio de los alimentos, según el sondeo, predomina en todos los perfiles poblacionales, especialmente en los sectores bajos (47%) y entre los residentes del interior del país (44%). Por su parte, la preocupación por perder el trabajo es mayor entre los hombres (20%), los universitarios (34%) y residentes de Capital Federal y Gran Buenos Aires (21% respectivamente). El precio de los alimentos es lo que más ha preocupado a los argentinos en los últimos cinco años. En relación a la última medición, se observa una disminución en las menciones sobre el empleo y un aumento en el costo de los servicios, indica el relevamiento.

El empleo se encuentra en el ojo de la tormenta

No hay contratación de personal, mientras las empresas esperan que pase el temporal

Una tendencia que se viene observando desde fines del año anterior es la contracción del mercado laboral. La generación de empleo está casi paralizada; la desocupación ha mostrado signos de aumento, mientras que el trabajo no registrado sigue en niveles elevados. Las perspectivas no son alentadoras, mientras la economía siga navegando en la incertidumbre.  El 14% de los argentinos considera que hay muchos o bastantes puestos de trabajo disponibles actualmente, mientras que un 24% opina que no hay ni muchos ni pocos y el 58%, asegura que hay pocos o muy pocos, según la UCA. Las opiniones negativas son mayoritarias en todos los segmentos sociodemográficos, especialmente entre las mujeres (61% vs 55% en los hombres), en los sectores altos (80% vs 57% en los medios y bajos) y entre los habitantes del Interior del país (63% vs 51% del Gran Buenos Aires y 45% de Capital Federal). En lo que respecta a las perspectivas del empleo para los próximos seis meses, el 13% de los entrevistados estima que el empleo crecerá, mientras que el 45% opina que habrá la misma cantidad de puestos de trabajo disponibles que hasta ahora y un 35% considera que habrá menos. Predominan las opiniones intermedias en todos los segmentos, con excepción de los universitarios donde prevalecen las visiones negativas (48%).

Esperan encender el motor del modelo: el consumo

La percepción de ingresos de los hogares es que todo seguirá igual

El consumo fue  uno de los motores que mantuvo en movimiento la actividad económica argentina. Sin embargo, la inflación y la devaluación se encargaron de ponerle un freno. Por eso, en la última medición del Indec, se reveló que tres de cuatro trabajadores obtuvieron un ingreso máximo inferior a $ 7.000 por mes por su ocupación principal, mientras que apenas un 10% de los ocupados remunerados consigue ingresos superiores a los $ 10.000. dos veces y media el valor de una canasta para no caer en la pobreza. La percepción de los argentinos es que el escenario no se modificará demasiado. A la hora de estimar el ingreso del hogar para los próximos seis meses, el 16% de los argentinos sostiene que aumentará, mientras que el 54% considera que éste será igual que el actual y un 23% que disminuirá, según TNS Gallup y la UCA.  

En cuanto al momento para la compra de bienes durables, el 14% de los entrevistados opina que es un buen o muy buen momento, el 28% opina que no es ni un buen ni un mal momento y otro 51% considera que es un mal o muy mal momento. Las visiones pesimistas crecen en las mujeres (55% vs 46% en los hombres), los sectores bajos (54% vs. 48% de los medios y 32% de los altos) y en el interior del país (54% vs 30% Capital Federal).

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