JUAN JOSÉ SEBRELI. Defiende el “proyecto moderno”, donde la razón ocupa un lugar central.
Ayer se cumplió el primer aniversario del fallecimiento de Juan José Sebreli. El conocido ensayista tuvo una destacada actuación en el campo intelectual argentino a lo largo de prácticamente 70 años, desde sus inicios en las revistas culturales de los años 50 del siglo XX hasta sus últimos ensayos de las primeras décadas del siglo XXI. Por ello, parece oportuno en esta ocasión recordar una de las temáticas a la que el pensador le dedicó una parte significativa de su producción en las últimas épocas, su clara defensa de los valores de la “modernidad”.
Para contextualizar la postura adoptada por el ensayista, conviene recordar el enfrentamiento entre dos perspectivas opuestas, que es lo que se suele denominar “el debate modernidad/posmodernidad”. En cuanto a la “modernidad”, el término fundamental para caracterizarla es “razón”, pues se confía en que ella guíe al ser humano. El siglo XVIII, conocido como el Siglo de la Luces, es el momento en que se desarrolla el movimiento cultural de la Ilustración, cuyo interés era dejar a un lado la ignorancia humana precisamente a través de las “luces” del conocimiento y la razón. Esa confianza en la razón permite suponer que a través de ella podría ir construyéndose un mundo mejor, es decir, surge la idea de “progreso”.
Por otra parte, avanzada la segunda mitad del siglo XX, nace la noción de “posmodernidad” en el dominio del arte y luego se incorpora al campo filosófico. Se concibe a la “posmodernidad” como una época de desencanto y declinación de los ideales modernos o, en otras palabras, la muerte de la idea de “progreso”.
Asimismo, frente al cuestionamiento de los posmodernistas, se alzaron quienes defendieron el “proyecto moderno”, siendo uno de sus portavoces más conocidos, Jürgen Habermas, destacado filósofo alemán de la llamada Escuela de Frankfurt, quien sostiene enfáticamente que no se deben abandonar los valores de la “modernidad” pues, según él, “el proyecto de la modernidad todavía no se ha realizado”.
“Trilogía”
En cuanto a Sebreli, este produjo lo que puede considerarse una “trilogía” sobre la “modernidad”, compuesta por los ensayos El asedio a la modernidad (1991), Las aventuras de la vanguardia (2000) y El olvido de la razón (2006). Centrándonos en el primero de estos textos, lo primero a destacar es que son precisamente dos citas de Habermas las que abren el texto, con lo cual el autor argentino explicita desde un inicio su postura.
Como hemos señalado en nuestro libro dedicado a la trayectoria intelectual de Sebreli, hay que tener en cuenta que el ensayista suele sostener una idea a partir de confrontar con quienes se opondrían a ella. En otros términos, él interviene polémicamente en los debates atacando a los que serían adversarios de su pensamiento. Esto puede verse en la “Introducción” de El asedio a la modernidad, donde sostiene: “Este ensayo se propone la crítica de ciertas ideas predominantes en amplios sectores de la intelectualidad (…) El “espíritu del tiempo” intelectual de las últimas décadas se define por el abandono de la sociedad occidental de todo lo que significaron sus rasgos distintivos: el racionalismo, la creencia en la ciencia y la técnica, la idea de progreso y modernidad”.
Dado que nuestro autor es un defensor del “proyecto moderno”, donde la “razón” ocupa un lugar central, sus ataques en consecuencia estarán dirigidos a lo opuesto, el “irracionalismo”. El origen de tal “irracionalismo”, el ensayista lo relaciona con el Romanticismo, señalando claramente: “El triunfo del racionalismo engendra movimientos irracionalistas que reivindican lo emocional, lo inconsciente, lo inexplicable. Es así como ya desde fines del siglo XVIII se desarrolló una corriente contraria al Iluminismo (…) Contra lo racional, aquello en que todos los hombres pueden ponerse de acuerdo, los románticos antiilumnistas priorizaban lo irracional, la parte singular e incomunicable de cada hombre”. Cabe aclarar que, dentro del Romanticismo, las críticas de nuestro autor están dirigidas especialmente al Romanticismo alemán.
Sebreli ha abordado numerosas temáticas a lo largo de su trayectoria por lo cual sus ensayos son de variados tipos. Así, por ejemplo, quizás algunos de los más conocidos sean los de carácter sociológico como Buenos Aires, vida cotidiana y alienación (1964) o los de tono político como Los deseos imaginarios del peronismo (1983). En esta nota, en recuerdo del desaparecido autor argentino, hemos querido traer brevemente a la memoria otra de las facetas de su ensayística, la de tipo filosófica, donde se muestra como un enérgico defensor de los valores de la “modernidad”.
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Carlos Cámpora- Licenciado en Letras (UBA), doctor en Ciencias Sociales (UBA). Autor del libro El incansable polemista. La trayectoria intelectual de Juan José Sebreli (Biblos, 2024).














