¿Cuánto necesita una familia tucumana para no caer en la pobreza?

Para atender los gastos mínimos del hogar se precisan, en promedio, $ 4.620 por día.

INFLACIÓN. Los precios no paran de subir. INFLACIÓN. Los precios no paran de subir. ARCHIVO

El valor de la canasta básica se aceleró más que la inflación al iniciarse este 2023 y expone, cada vez más, a las familias a hacer piruetas para no caer en situación de pobreza y, por sobre todo, costear los gastos cotidianos para alimentarse y para atender los servicios mínimos para poder sobrevivir. El último reporte de la Dirección de Estadísticas de la Provincia ha calculado que la Canasta Básica Total (CBT), que marca el límite de ingresos para no caer precisamente en situación de pobreza, fue de $ 143.207 mensuales para enero. Esto quiere decir que, por día ese matrimonio con dos hijos debió destinar, en promedio, $ 4.620 diarios para comer y para atender sus obligaciones mínimas. El aumento de la CBT ha sido del 7,8% en el primer mes del año, por encima de la inflación provincial que trepó al 5,8%. Un mayor impacto lo padeció la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que, para una familia tipo, llegó a $ 67.233 mensuales y un incremento intermensual del 9,9%. Si se toma en cuenta la variación interanual, la canasta alimentaria se reajustó un 110,8%.

Los datos oficiales son coincidentes con los que proyectó el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) que, mensualmente, difunde su Índice Barrial de Precios (IBP). Ese diagnóstico revela que el precio de las verduras y de las frutas ha registrado un aumento del 235,66% comparado con enero de 2022. Un poco más abajo se ubican los incrementos en productos de almacén (124%) y la carne (66,5%) que, en los últimos tiempos, los valores han aumentado y ha obligado al gobierno nacional a lanzar un plan de precios módicos para los siete cortes cárnicos más populares.  El informe del Isepci revela que la papa es la verdura que más subió en el último año (475%), seguido por el zapallo (400%) y la cebolla (366%). En cuanto a la carne, las mayores subas interanuales se observaron en el precio del pescado (99,9%) y en el pollo (92%) más que en los cortes vacunos (promedio del 65%).

Hasta el primer semestre del año pasado (última medición oficial), la pobreza afectaba al 35,1% de la población urbana del Gran Tucumán-Tafí Viejo, unas 320.000 personas. Los más expuestos a esta situación son los empleados no registrados que es la única franja de asalariados que pierde, con mayor velocidad, el poder adquisitivo de sus ingresos, ya que no se reajustan como en el sector público o en la actividad privada registrada. En el aglomerado provincial, los informales alcanzan los 120.000 casos.

Si bien los trabajadores informales son los más expuestos a la pobreza por la fuerte variación de precios, los jubilados no se quedan atrás en este impacto inflacionario, debido al retraso de sus ingresos respecto del índice de precios. Tomando como año base a 2017, la pérdida acumulada del haber jubilatorio mínimo entre 2018 y 2022 fue de 9,4 haberes, calculó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). El pago de bonos compensatorios mitigó parte de la pérdida acumulada. Concretamente, considerando todos los bonos otorgados hasta ahora, la pérdida se reduce a 7,2 haberes. Si la inflación de febrero a marzo de este año supera el 5,23% promedio anual, los haberes perderían poder adquisitivo respecto de 2022, indica Nadin Argañaraz, director del instituto.

Ya conocido el aumento de marzo, abril y mayo de 2023, resulta importante simular lo que puede suceder con los haberes reales.” En caso que la inflación se sostenga en el 5,5% mensual a partir de este mes. En febrero aumentarían un 3,3% real y en marzo, dada la suba ya definida, crecerían un 14% real. La caída volvería tanto en abril como en mayo, en caso que no haya ningún otro aumento por fuera del establecido por ley. En abril podrían caer un 3,2% y en mayo un 16,6% real”, calcula el economista.

El punto clave de los primeros cinco meses de este año es el nivel de inflación que tengan febrero, marzo, abril y mayo. Argañaraz plantea tres escenarios:

-Si fuera del 5,23% mensual, los haberes mantendrían su poder adquisitivo en igual nivel que en 2022.

-Si fuera mayor, del 5,5% por ejemplo, tendrían la pérdida mencionada en el párrafo anterior, que equivale a 0,6 haberes de 2017.

-Obviamente, si fuera menor al 5,23% mensual, los haberes aumentarían su poder adquisitivo respecto de 2022.

La inflación genera un gran daño a los ingresos de todas las personas de la tercera edad de nuestro país, dado que sus jubilaciones nominales avanzan mucho menos. La pérdida desde 2018 es muy significativa. A un jubilado con la mínima habría que pagarle en estos días un monto de $ 500.000 para compensar su pérdida acumulada de poder adquisitivo en los últimos cinco años, plantea el economista. Y este año la jubilación no debería volver a tener pérdida real. La constante pérdida de poder adquisitivo de jubilados y pensionados debería ser uno de los problemas prioritarios a resolver por parte de la sociedad.

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